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Obama amplió en 2012 las escuchas sin orden judicial

La Razón
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Dio la sensación de que les supo a poco la ley que aprobó esta semana el Senado estadounidense para controlar la recogida indiscriminada de datos telefónicos por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA). Si ya se generó un escándalo internacional en 2013 tras las revelaciones de Snowden, esta semana se filtra la ampliación de la vigilancia sin órdenes judiciales del tráfico internacional de los estadounidenses en internet en su búsqueda de «hackers» en el ciberespacio. Según se recoge en «The New York Times» y «ProPublica», a mitad de 2012 los abogados del departamento de Justicia escribieron dos documentos que permitían a la agencia de espías comenzar con la «caza» sin orden judicial de que estuviesen relacionados con intromisiones en ordenadores, que estuviesen originadas fuera de las fronteras de EE UU.

El portavoz de la oficina del director de Inteligencia Nacional, Brian Hale, explicó que «no debe sorprender que el Gobierno recoja inteligencia de potencias extranjeras que intentan penetrar en las redes estadounidenses y robar información privada de los ciudadanos y las compañías», en referencia, sin mencionarla de forma directa, a gobiernos como el de China, con el que se ha repetido la tensión elos últimos meses. Desde la Administración Obama, los funcionarios defienden la vigilancia de la NSA a piratas informáticos sospechosos, debido a que lo consideran una necesidad para proteger a los estadounidenses de las crecientes actividades que se llevan a cabo desde gobiernos extranjeros. A los críticos, les preocupa que estas prácticas se hagan sin que haya un debate público previo sobre cómo debe proceder el Gobierno ante estas amenazas. Las informaciones fueron filtradas a través de documentos clasificados con los que cuenta Snowden, ex contratista de la NSA que sigue residiendo en Moscú desde que destapara la maquinaria de espionaje masivo con la que contaba EE UU. De momento, se desconoce qué tipo de protocolo sigue la agencia para seleccionar sus objetivos, lo que genera otro debate: ¿Cómo saben quién está detrás de una intrusión? Puede ser un Gobierno extranjero o una banda criminal. Se supone que la NSA debe centrarse en la inteligencia extranjera. Además, el Gobierno parece poder recoger información de los estadounidenses, entre correos electrónicos privados, secretos comerciales o acuerdos de negocio gracias a la información que se recoge de los piratas informáticos.