París y Berlín piden la creación de una guardia fronteriza

Los ministros del Interior exigen además el acceso a las bases de datos europeas para evitar el libre tránsito de potenciales terroristas

Francia y Alemania siguen liderando en Bruselas las propuestas para atajar los principales desafíos a los que se enfrenta el conjunto de la Unión Europea, la afluencia masiva de refugiados y la lucha contra el yihadismo. Ambos países han escrito una carta a la Comisión Europea en la que piden un control más severo de las fronteras exteriores, con fuerzas de Frontex que puedan ser desplegadas en cualquier momento. En la misiva, firmada por los ministros de Interior, ambos rechazan cualquier relación entre los refugiados y el terrorismo. «La agencia Frontex debe disponer de un conjunto más importante de fuerzas operacionales, que puedan ser movilizadas en todo momento y en circunstancias excepcionales y que pueda tener la iniciativa de desplegar bajo su propia responsabilidad de equipos de intervención rápida en las fronteras», señalan los ministros Bernard Cazeneuve y Thomas de Maizière.

La creación de una guardia europea de fronteras fue una idea de la Comisión Europea, fuertemente respaldada por Francia. Sin embargo, son muchos los países escépticos a contar con «fuerzas europeas», dado que la protección de las defensas europeas es una competencia nacional. Otros países no entienden por qué se tiene que hablar de control de fronteras, porque parece que no se hubiera hecho nada en el terreno, cuando hay muchos países que llevan tiempo trabajando precisamente en reforzar ese control. Los ministros francés y alemán recuperan por lo tanto la propuesta y consideran además que los guardias de fronteras de Frontex deberían tener acceso a las bases de datos pertinentes de la Unión Europea, como la de Eurodac, Interpol e incluso las nacionales, para poder igualmente ampliar su actividad sobre el territorio de un tercer país siempre que se cuente con el consentimiento de dicho país y la UE.

Ambos ministros coinciden en la necesidad de compartir la información entre los países europeos, por lo que consideran vital la conexión de las bases de datos para que puedan ser consultadas de forma sistemática. Además, no dudan en recordar que también es necesario una «reforma eficaz» del código Schengen.

Uno de los objetivos de reforzar las fronteras es la reducción de la llegada de inmigrantes. «La afluencia de inmigrantes debe ser reducida», zanjan en la carta, dirigida al vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, y al comisario europeo de Inmigración, Dimitris Avramopoulos. En la misma recuerdan además que Alemania ha recibido cerca de un millón de refugiados este año.

Sin embargo, los países reconocen que tras los atentados de París el refuerzo de las fronteras es necesario por motivos de seguridad, «después de que se haya descubierto que dos kamikazes de los atentados de París y Saint-Denis se han podido mezclar como candidatos de asilo con pasaportes falsos». «Es evidente que nuestras fronteras exteriores comunes deben ser reforzadas rápidamente », añaden.

Por otro lado, Francia presentó ayer propuestas adicionales para acabar con la financiación de los grupos terroristas. Entre ellas, destaca la regulación del dinero electrónico y las divisas virtuales, o la lucha contra el tráfico ilegal de bienes culturales. El ministro de Finanzas francés, Michel Sapin, fue el encargado de presentar a sus homólogos europeos una propuesta concreta para avanzar con paso firme tras los atentados de París.

«Francia llega para movilizar al conjunto de los europeos para luchar contra la financiación del terrorismo», señaló el ministro. Concretamente, propuso por un lado que se compruebe la identidad de las tarjetas de prepago, para evitar la financiación clandestina, ya que este tipo de tarjetas son utilizadas casi como un sustituto del dinero en efectivo.

Por otro lado, el titular de Finanzas pidió que se limiten las recargas que se pueden hacer de dichas tarjetas.

Eagles of Death Metal vuelven a sonar en París

Eagles of Death Metal (EODM), la banda que se encontraba tocando en la sala Bataclan justo cuando se produjo el ataque más sanguinario de la serie de atentados yihadistas que sufrió París el 13 de noviembre, volvió a tocar ayer en la capital francesa junto a la banda irlandesa U2. Capitaneados por su líder, Jesse Hughes, la banda de rock californiana rindió un homenaje al tema «People have the power» («La gente tiene el poder»), de la cantante Patti Smith, antes de comenzar con sus temas. «No queda nada excepto presentaros a algunas personas cuyas vidas siempre serán parte de París», aseguró el líder de U2, Bono, ante un auditorio abarrotado al final de la actuación. «Gracias, París, te queremos», se despidió Hughes de las cerca de 20.000 personas que asistieron al concierto –algunos de ellos envueltos en banderas francesas– en mitad de un enorme dispositivo policial.