Passos Coelho, favorito en las urnas por su gestión de la crisis

La austeridad y la emigración laboral protagonizan la campaña lusa.

Según las últimas encuestas, el conservador Pedro Passos Coelho podría hacer historia mañana al convertirse en el primer mandatario de la UE en ser reelegido después de aplicar el duro programa de rescate exigido por Bruselas. La coalición liderada por el primer ministro, Portugal al Frente, que integra al Partido Social Demócrata y sus socios del Centro Democrático Social, es la favorita de cara a los comicios. Los principales sondeos auguran alrededor de un 38% del voto para los conservadores, pero queda descartado que vuelvan a hacerse con la mayoría absoluta en el Parlamento. De cerca les sigue el Partido Socialista, liderado por el ex alcalde de Lisboa, António Costa, que ha logrado recuperar buena parte del voto perdido en las últimas elecciones, hasta situarse en un 32% de los votos. El Partido Comunista, coaligado con el Partido Verde, se sitúa el tercero en las encuestas, con una media del 9%. En cuarto lugar, con alrededor de un 8% de los comicios, se sitúa el Bloque de Izquierda, sin cabeza visible y liderado por un comité de seis miembros. Al igual que en el resto de países europeos afectados por la crisis, la economía ha monopolizado el debate político durante la campaña electoral.

Aunque Portugal continúa siendo el país más pobre de Europa Occidental, durante la última legislatura el desempleo se ha reducido a niveles previos a la crisis, hasta situarse en un 12,4%, y el PIB ha aumentado un 1,5% en el segundo trimestre de 2015 en comparación con el mismo periodo del año pasado. Sin embargo, no todo han sido buenas noticias para los conservadores lusos, que no dudaron en ir más allá de las recomendaciones de la troika en materia de austeridad. Según datos oficiales, un total de 485.000 portugueses emigraron del país entre 2011 y 2014 a causa de la falta de oportunidades laborales. A diferencia del éxodo masivo que sufrió el país en los años sesenta, unos 200.000 de estos emigrantes son de carácter permanente, menores de 30 años y que contaban con puestos de trabajo cualificados. Teniendo en cuenta los poco más de 10 millones de habitantes del país, este asunto ha supuesto otro de los principales ejes del debate electoral. Los principales candidatos han prometido tomar las medidas necesarias para que todos estos ciudadanos puedan regresar al país.

Los datos de emigración masiva, unidos al enorme desempleo juvenil, que alcanzó el 40% en 2013 y aún no ha descendido del 30%, podrían jugar en ventaja de Costa, que ya ha descartado una gran coalición con los conservadores al estilo alemán. Descartada también la mayoría absoluta conservadora, resulta difícil pronosticar los pactos de gobierno posteriores a los comicios. Lo que sí está claro es que, a pesar de la negativa de Costa de apoyar a los conservadores, los dos partidos principales se han comprometido a continuar en la senda de reducción del déficit público; y tanto las propuestas de los comunistas como del Bloque de Izquierda podrían resultar demasiado radicales para los socialistas.