Pedro Pablo Duart: «Ecuador ha pasado de estar en manos americanas a chinas»

Pedro Pablo Duart, de 34 años, es candidato de la Lista 6-Partido Social Cristiano para la Asamblea Nacional de Ecuador por la circunscripción de Europa, Asia y Oceanía. El Parlamento será renovado el día 17, fecha en la que el país también elegirá presidente.

Pedro Pablo Duart, de 34 años, es candidato de la Lista 6-Partido Social Cristiano para la Asamblea Nacional de Ecuador por la circunscripción de Europa, Asia y Oceanía. El Parlamento será renovado el día 17, fecha en la que el país también elegirá presidente. En esta carrera, Rafael Correa goza de una amplia ventaja en los sondeos para ganar la reelección.

–Todos dan a Correa como ganador en las elecciones. ¿Cree usted que lo será en la primera vuelta?

–Lo veo bastante difícil. Hay mucho descontento en España entre los ecuatorianos por la mala gestión de los asambleístas de la Lista 35 y esto dificulta la reelección del presidente en España.

–¿El oficialismo dominará también la Asamblea?

–No, todo lo contrario, por eso están tan asustados y por eso han enviado a ocho ministros a España durante la campaña. Nuestras propuestas salen de la calle, por eso las encuestas nos dan ganadores en la Asamblea. Nuestro programa se resume en una palabra: servir, y no servirse.

–¿Por qué su partido, la Lista 6-PSC, no presenta candidato presidencial?

–No se necesita llegar a la presidencia del país para poder servir. Jaime Nebot, líder de la Lista 6 y alcalde de Guayaquil –capital económica de Ecuador–, ha desempeñado una labor grandiosa. De 100 dólares que ingresa, 90 van para obras y 10 a salarios.

–¿Serán unas elecciones limpias?

–Espero que sí. Nos gustaría que los observadores internacionales velaran por que haya transparencia y evitar así el fraude.

–¿Qué recetas tiene para aliviar las penurias de sus compatriotas en España?

–Hay 60.000 ecuatorianos aquí en riesgo de perder su vivienda. Los actuales asambleístas no han hecho nada al respecto. Mi partido propone que los cuatro bancos públicos de Ecuador concedan préstamos al más bajo interés y en el mayor plazo posible para salvar las viviendas de los ecuatorianos con hipotecas en España.

–¿No hay recursos para ayudar a los emigrantes ecuatorianos?

–Los hay, pero no están bien gestionados. Por eso vamos a promover que la Secretaría Nacional del Migrante pague la sanidad de los compatriotas que se encuentran desempleados, y que ahora mismo son unos 49.000 ecuatorianos que no tienen acceso a los servicios sanitarios básicos en España. Esta Secretaría, con un presupuesto de 17 millones de dólares, tiene más de nueve oficinas en Ecuador y sólo tres en España, que es donde están los migrantes. Todo ese dinero se lo gastan en propaganda política. Una semana antes de las elecciones, se ha programado un concierto majestuoso en el palacio de Vistalegre de Madrid, donde se ha informado de los planes de retorno del Gobierno.

–¿Se dilapidan los recursos públicos?

–Los ecuatorianos ya no comemos cuento. Vamos a pedir una auditoría externa de las embajadas y consulados para que sepamos en qué se gastan nuestro dinero. No puede ser que los ecuatorianos tengan que ir al parque con una hucha para recaudar dinero para poder repatriar el cadáver de sus seres queridos porque no tienen dinero para pagar los 8.000 euros que cuesta el traslado en avión. Por eso, cuando seamos asambleístas vamos a promover convenios con las aerolíneas aéreas para que no sea un gasto adicional al dolor de los familiares.

–En Ecuador hay más trabajo, pero también más inseguridad y violencia.

–Desde 2007 han muerto de forma violenta en Ecuador 24.000 ciudadanos. El Gobierno nos invita a regresar al país. ¿Para qué? ¿Para ser asaltados y secuestrados cuando lleguemos a casa? Con el cambio del Código Penal, apoyado por los asambleístas, se está protegiendo más al victimario que a la propia víctima. Nosotros pediremos endurecer las leyes que sancionan violaciones y crímenes.

–¿Ha hecho cosas buenas Rafael Correa?

–Este Gobierno ha hecho cosas buenas. Hay que ser necios para no reconocer que se han hecho muchas carreteras, pero el ecuatoriano ni trabaja ni come ni duerme en la carretera. ¿De qué sirven buenas carreteras si todavía hay niños que se suben a los autobuses a vender caramelos? Nuestro proyecto empresarial consiste en que la Corporación Nacional de Finanzas Populares otorgue préstamos a ecuatorianos que vuelven al país. Nosotros no queremos que nos den el bono social, queremos trabajar, montar un negocio, superarnos. Se ve en España, aquí somos toderos: el ecuatoriano puede tener un taxi y a la vez trabajar en la hostelería o en la construcción.

–¿Vive Ecuador un «boom» económico?

–Ecuador atraviesa una bonanza económica por el alto precio del petróleo, pero hay que decir que todo nuestro petróleo se lo vendemos a China, a quien le hemos pedido otro préstamo de 2.000 millones de dólares con el doble de interés sobre el que pagábamos a Estados Unidos. Hemos pasado de estar en manos americanas a chinas. El problema es que esos ingresos se van en mantener 28 ministerios y 12 subsecretarías, algo insólito para un país tan pequeño.

El perfil

Duart lleva diez años en España y conoce a fondo los problemas de los 500.000 compatriotas en nuestro país, de los cuales sólo 130.000 podrán votar. Duart no es un político al uso. Habla con pasión y preocupación. Preocupación por el tormento de los ecuatorianos barridos por la crisis. Y pasión por la fe ciega que profesa hacia los suyos, el ecuatoriano medio «emprendedor, guerrero de la paz y del progreso».