Ucrania
Poroshenko se reunirá con Putin para desatascar el proceso de paz
El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, anunció hoy que se reunirá en enero con el líder ruso, Vladímir Putin, para desatascar el proceso de paz en el este del país, al tiempo que descartó un pronto ingreso en la OTAN.
El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, anunció hoy que se reunirá en enero con el líder ruso, Vladímir Putin, para desatascar el proceso de paz en el este del país, al tiempo que descartó un pronto ingreso en la OTAN.
"Mi año diplomático comenzará el 15 de enero en Astaná, donde tendrá lugar una reunión en el formato de Normandía"(Ucrania, Rusia, Francia y Alemania), aseguró Poroshenko durante su conferencia de prensa de fin de año.
Poroshenko se reunió por última vez cara a cara con el jefe del Kremlin a mediados de octubre en Milán, y esta vez lo hará en la capital kazaja en presencia de la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Francois Hollande.
Desde la reunión en Milán, la única noticia positiva ha sido la tregua declarada el pasado 9 de diciembre en el este ucraniano, ya que ambos bandos siguen sin cumplir los acuerdos de paz de Minsk (septiembre), sea el trazado de una línea de separación o la retirada del armamento pesado de la zona de seguridad de 30 kilómetros.
La reunión de Astaná es reflejo del estancamiento de las negociaciones entre el Gobierno de Kiev y los separatistas prorrusos, que cancelaron el pasado 26 de diciembre la tercera ronda negociadora en la capital bielorrusa.
Durante una intervención de más de dos horas, Poroshenko no dudó en acusar a Rusia de "agresión directa", en calificar las zonas rebeldes de "territorios ocupados"y en exigir la retirada de las tropas invasoras y la demarcación de una frontera común.
"Tan pronto como las tropas (rusas) sean retiradas, no habrá ningún conflicto. No existe, ya que ha sido inventado (...) es un conflicto traído a nuestro país desde el exterior. Y quienes lo trajeron, agresores y ocupantes, deben abandonar nuestro Estado", demandó.
Franqueado por un estandarte en el que se podía leer "Fe, Libertad y Victoria", el líder ucraniano advirtió de que impondrá la ley marcial si fracasa el proceso de paz y prosigue la agresión exterior.
Poroshenko descartó una congelación del conflicto, como pronostican muchos analistas, si Rusia cierra la frontera, ya que, aseguró, los separatistas dependen de la ayuda rusa para su supervivencia económica.
Subrayó que la prioridad de Kiev es el rearme, ya que la amenaza exterior es aún latente, pero también reconoció que el Ejército ucraniano no está preparado para una ofensiva contra los bastiones rebeldes en las regiones orientales de Donetsk y Lugansk.
Con todo, subrayó que el conflicto "no tiene una solución militar"e insistió en que la cumbre de Astaná no pretende en ningún caso sustituir las negociaciones con los rebeldes en Minsk, con mediación de Rusia y la OSCE.
"Lo principal es transformar la frágil tregua en una paz sólida y duradera", afirmó.
Poroshenko reclamó que los separatistas convoquen elecciones locales para elegir a sus interlocutores en las negociaciones.
"Quien sea elegido por el pueblo y no quien ha tomado el poder con las armas en la mano (...) será nuestro socio, con el que negociaremos"sobre la autonomía provisional para los territorios rebeldes, aseveró.
Sólo entonces, agregó, "se podrá hablar del comienzo, de una vez por todas, de un auténtico proceso de arreglo político".
Poroshenko revocó la ley sobre autonomía provisional para las zonas insurgentes después de que los separatistas celebrasen elecciones el pasado 2 de noviembre, en violación de los acuerdos de Minsk.
"No habrá ningún compromiso sobre la integridad territorial. Ucrania no se vende", recalcó Poroshenko y estimó en más del 70 por ciento la población de Donetsk y Lugansk que apoya la unidad del país.
Al mismo tiempo, agregó que no descarta un posible retorno al formato negociador de Ginebra, en el que participarían también Estados Unidos y la Unión Europea, de lo que el líder ucraniano dijo haber hablado recientemente con el presidente norteamericano, Barack Obama.
Por otra parte, descartó de momento la convocatoria de un referéndum de ingreso en la OTAN, aunque aprovechó la rueda de prensa para promulgar la ley sobre la renuncia al estatus de país no alineado, aprobada recientemente por el Parlamento de Ucrania.
"Planeo reformar el país de acuerdo con los estándares de la Unión Europea y, cuando Ucrania cumpla esos criterios, y eso ocurrirá dentro de cinco o seis años, el pueblo de Ucrania decidirá sobre su incorporación a la OTAN", explicó.
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