Putin se abraza al «príncipe Vladimir»

El presidente ruso, Vladimir Putin, inauguró ayer el monumento al príncipe medieval que trajo el cristianismo al reino eslavo precursor del estado ruso, una figura usada por el Kremlin como símbolo de la identidad nacional. Al destapar la monumental estatua del príncipe Vladimir cerca de los muros del Kremlin, Putin aseguró que el príncipe había sido el fundador espiritual del estado ruso. «Hoy, nuestro deber es afrontar unidos las nuevas amenazas, basándonos en las invaluables tradiciones de la unidad y el acuerdo para salvaguardar la continuación de nuestros mil años de historia», señaló el mandatario, quien también alabó la figura de Vladimir como «conquistador y defensor de territorio ruso».

El príncipe Vladimir reinó en la Rus de Kiev (el actual territorio que corresponde a Ucrania) y en 988, adoptó el cristianismo ortodoxo para sus habitantes, que hasta entonces habían sido paganos. Putin, en los 16 años que lleva al frente de Rusia, ha buscado construir una unidad espiritual nacional con un nuevo énfasis en los valores rusos. Sus críticos aseguran que utiliza esos valores como pretexto para justificar su confrontación con Occidente, a quien acusa de tratar de influenciar la órbita rusa para imponer actitudes liberales entre sus habitantes. La inauguración de la estatua de bronce de 17,5 metros de altura de Vladimir, con una espada en la mano izquierda y una cruz en la derecha, coincidió con el día de la Unidad Nacional, una festividad creada por el Gobierno de Putin en 2004 para reemplazar la celebración comunista de la Revolución de Octubre. Reuters