Rosa María Payá: «La persecución de los miembros del partido de mi padre ha aumentado»

MADRID- En el duro aniversario de la muerte de Oswaldo Payá, su hija, Rosa María, de 24 años insiste a LA RAZÓN en la necesidad de que se abra por fin una investigación que determine que el accidente en el que fallecieron Payá y Harold Cepero fue provocado. «En un día como hoy agradecemos a Dios los días de vida de mi padre y Harold, pero también pedimos que una investigación internacional aclare las circunstancias en las que murieron. Todo indica el carácter provocado».

–Durante este año, ha buscado apoyos en distintos organismos internacionales como Naciones Unidas o la Unión Europea.

–Esperamos que el Parlamento Europeo se pronuncie al respecto, sobre todo al ser Premio Sajarov. Pronto tendrá lugar un homenaje a mi padre. En Estados Unidos, también me reuní la semana pasada en Washington con Susan Rice [la ex embajadora estadounidense ante la ONU] a quien traslade nuestras exigencias. De hecho, en Naciones Unidas ya hay un pronunciamiento oficial. También desde el Departamento de Estado de EE UU lo han hecho. Contamos con su apoyo.

–¿Qué palabras le gustaría que se publicasen al lado del nombre de su padre?

–Esperanza. Mi papá siempre hablaba de la esperanza del pueblo de Cuba, siempre decía que el camino hacia los derechos humanos y la libertad era posible. Él tiene muchas frases, pero me gusta esa que decía: «No quiero imponer mi verdad ni que me impongas la tuya; vamos a buscar la verdad».

–Desde que se ha ido a vivir temporalmente a Miami, ¿el Gobierno castrista ha dejado de amenazarla?

–Todavía se han producido manifestaciones públicas por parte del Gobierno cubano. Desde el punto de vista psicológico, la presión ha cambiado, ya no nos persiguen por la calle. Pero seguimos muy de cerca y nos preocupa que el hostigamiento y la persecución a los miembros del Movimiento Cristiano de Liberación (MCL) en la isla ha ido en aumento. Machetazos, detenciones... Hoy, las Fuerzas de Seguridad estarán vigilantes en el homenaje a mi padre en el cementerio de Santiago de Cuba.

–¿Se ha puesto en contacto con usted hoy Ángel Carromero?

–Sí. Como sabes, nuestro contacto es permanente. Pero hoy nos ha llamado para reiterar su solidaridad.