Política

Londres

Salmond dice que Escocia verá «severos» recortes si rechaza la independencia

El ministro principal escocés, el nacionalista Alex Salmond, advirtió hoy de que Escocia vivirá los "recortes más severos de su historia política"si sus ciudadanos rechazan la independencia del Reino Unido en el referéndum del próximo año.

"Hasta ahora se ha asumido que si no tenemos la independencia todo continuará tal como está ahora, pero ese no será el caso", afirmó el líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP) en el Parlamento de Holyrood (Edimburgo), donde hoy se debatió el documento en el que el Gobierno autónomo detalla sus planes sobre cómo funcionaría un nuevo Estado independiente.

Salmond hizo hincapié en las propuestas para mejorar la educación infantil incluidas en el llamado Libro Blanco, un texto de 670 páginas que hizo público ayer su Ejecutivo.

El ministro principal escocés subrayó que, si el SNP gobernara una Escocia independiente, invertiría 700 millones de libras (833 millones de euros) en su primera legislatura para ofrecer 1.140 horas anuales de cuidados infantiles gratuitos para todos los niños de entre dos y tres años, así como para los niños de dos años más vulnerables.

Los tres principales partidos británicos -conservadores, laboristas y liberaldemócratas-, que se han unido en la campaña "Juntos mejor"y defienden la permanencia de Escocia en el Reino Unido, reprocharon a Salmond que su Gobierno ya tiene competencias en materia de cuidado infantil.

El líder del SNP, sin embargo, sostuvo que la independencia es necesaria para implementar esa política "transformadora"y afirmó que Escocia encontraría nuevos fondos para la educación si renuncia a invertir en armamento nuclear.

Los escoceses mayores de 16 años podrán responder en referéndum el 18 de septiembre de 2014 a la pregunta de si "¿Debería Escocia ser un país independiente? Sí o no".

Para Salmond, la opción del "sí"es una apuesta por "un país más justo, más prospero y más democrático".

"En la consulta del próximo año, los escoceses podrán elegir entre dos futuros. Entre aferrar el futuro con sus propias manos o bien permitir que los sucesivos gobiernos de Westminster controlen aspectos clave de la vida de los escoceses", dijo Salmond.

Por su parte, el primer ministro británico, el "tory"David Cameron, criticó esta mañana en la Cámara de los Comunes el Libro Blanco del Gobierno de Edimburgo, que en su opinión no aporta a los escoceses las "respuestas"necesarias.

"Hemos estado esperando ese documento durante mucho tiempo. Nos dijeron que aclararía todas las dudas, pero no hay respuestas sobre la moneda, sobre la cuestión de la pertenencia a la Unión Europea, ni tampoco hay respuestas claras sobre la OTAN", señaló Cameron.

"Nos han dejado una gran cantidad de preguntas sin contestar, francamente, mientras que los escoceses afrontan una factura de 1.000 millones de libras (1.180 millones de euros) como precio por la separación", afirmó el primer ministro.