Videos
Bélgica investiga como intento de asesinato terrorista el ataque a la Policía en Charleroi
Hirió con un machete a las agentes frente a una comisaría y fue abatido por un compañero
Bélgica volvió ayer a verse sumida en el terror. Ésta vez se produjo en Charleroi, ciudad francófona situada al sur del país, donde un hombre armado con un machete atacó a dos mujeres policía al grito de «Allah Akbar» (Alá es grande).
El primer ministro belga, Charles Michel, dijo hoy que la Fiscalía federal ha abierto una investigación por intento de asesinato terrorista tras el ataque el sábado de un hombre con un machete al grito de "Alá es grande"a la Policía de Charleroi (al sur de Bruselas).
En una conferencia de prensa, Michel, que ha regresado de sus vacaciones en Francia para reunirse con los responsables de los diferentes servicios de seguridad, señaló que la decisión de abrir una investigación con estas características se ha tomado teniendo en cuenta "las declaraciones del autor en el momento del ataque".
Bélgica volvió ayer a verse sumida en el terror. Ésta vez se produjo en Charleroi, ciudad francófona situada al sur del país, donde un hombre armado con un machete atacó a dos mujeres policía al grito de «Allah Akbar» (Alá es grande). El suceso se produjo en la propia comisaría de Policía, lo que facilitó que un tercer agente pudiera salir al rescate de sus compañeras y disparar al atacante. Herido de bala, el asaltante murió en el hospital al que fue trasladado poco después.
Una de las agentes presentaba heridas profundas en la cara, por lo que fue conducida de inmediato al hospital Notre Dame de Charleroi, donde al cierre de esta edición iba a ser operada, mientras que la otra tan sólo sufre heridas leves. Al cierre de esta edición, había aún numerosos interrogantes sin respuesta. El ataque se produjo sobre las 13:58 GMT en la zona de control de la central de la Policía en Charleroi, donde el agresor, cuya identidad no ha sido revelada, sacó el machete de su mochila y arremetió contra dos mujeres policías.
El primer ministro belga, Charles Michel, que se encontraba disfrutando de sus vacaciones de verano fuera del país, volvió de manera urgente para ponerse en contacto con los servicios de seguridad. El jefe del Gobierno condenó de inmediato de forma «enérgica» el ataque a través de las redes sociales, donde expresó su solidaridad con las dos policías afectadas y sus familias, y aseguró: «Seguimos de cerca la situación». «Las primeras informaciones apuntan muy claramente a la pista terrorista, sobre la base de los primeros testimonios recabados», señaló en declaraciones a la cadena de televisión privada RTL. «Evidentemente, quiero ser prudente en este momento para no entorpecer la investigación, pero esto parece ser de nuevo un ataque con una connotación terrorista», recalcó Michel.
Mientras, el titular belga de Interior, Jan Jambon, calificó de «despreciable» el ataque y expresó en Twitter su apoyo a las agentes heridas, sus colegas y sus familias. El Órgano de Coordinación de la Amenaza Terrorista indicó ayer que el nivel en Bélgica permanecerá inalterable en el número tres de un máximo de cuatro, lo que indica una posibilidad de ataque «probable» pero no inminente.
Bélgica intenta poco a poco recuperarse de la herida que supusieron en el país vivido los atentados del pasado 22 de marzo que tuvieron lugar en el aeropuerto de Zaventem y en la estación de metro de Maelbeek y que acabaron con la vida de 32 personas. Un ataque que puso en jaque a los servicios de seguridad del país , ya dañados tras los atentados de París del 13 de noviembre. El pasado fin de semana, dos hermanos fueron detenidos, uno de ellos acusado de planear un atentado terrorista, aunque se desconocen más detalles; el otro fue liberado. En los últimos meses, la psicosis se ha adueñado en varios momento del país. La víspera de la fiesta nacional, el 21 de julio, un iraní estudiante de electromagnética fue confundido con un presunto terrorista al llevar un abrigo del que sobresalían varios cables en un día especialmente caluroso. El centro de Bruselas fue acordonado durante cinco horas hasta que se descubrieron los propósitos del presunto agresor.
El ataque contra las agentes se produjo el día en que una nueva polémica agitó el país. Fatima Aberkan, condenada en abril pasado a 15 años de prisión y conocida como la «madre de la yihad», quedó en libertad condicional tras sólo cuatro meses en la cárcel debido a un error procesal al retrasarse injustificadamente la vista para su recurso, informó «La Dernière Heure». Aberkan, de 55 años y condenada a 15 años de cárcel por liderar un grupo terrorista, mantuvo contactos con Nizar Trabelsi y Malika el Aroud, dos personas «clave del islamismo destructivo más radical», de acuerdo con el diario.
✕
Accede a tu cuenta para comentar