Política

Elecciones en Reino Unido

Un liderazgo gris y débil

La Razón
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- ¿Por qué ha perdido tantos votos el Partido Laborista en Escocia?

–Pienso que la gente esperaba que el SNP hiciera progresos con el empujón del referéndum pero no la escala del cambio. En primer lugar, nadie habla en Escocia de política, y al margen de la independencia son partidos bastante parecidos, por lo que ha sido más por una cuestión de identidad, de pertenencia, de quién va a representar mejor a los escoceses. Gran parte del éxito que ha tenido el Partido Nacionalista se debe a la clase trabajadora escocesa. Han sentido que los laboristas se han convertido en «tories» rojos.

- ¿Es el líder de un partido importante para los británicos o se vota más por una cuestión de ideología?

–Sí que hay un 50% de la población que es de derechas o de izquierdas y analiza las medidas políticas (como los académicos, periodistas...). Pero la gente no se siente del todo representada por los partidos, por lo que se fijan en la personalidad. No tienen ese interés en política, ni tiempo y votan más por cómo es el líder de un partido. Miliband no era un candidato popular. El asunto del «bacon sandwich» (su imagen en «The Sun») lo dejó de manifiesto. Todos pareceríamos raros comiendo un emparedado, pero Miliband no quedaba nada bien. Hay mucha gente que lo ve como alguien raro, peculiar. David Cameron no es tampoco muy popular en Reino Unido, pero sí posee las características que gustan en un primer ministro: educado en los mejores centros, es tranquilo y se le ve como alguien con prestigio. El segundo problema de Miliband ha sido Sturgeon que es muy popular (y no sólo en Escocia) y ha hecho muy buena campaña.

- ¿Por qué no convence Miliband? ¿Tendría que haber sido más populista?

–En la primera parte de la campaña sí que hizo guiños más populistas, pero ya fue demasiado tarde. Miliband se ha encontrado con muchas dificultades en su liderazgo. Una de ellas gracias a los fieles a Tony Blair, que le han promocionado de manera negativa. En segundo lugar, ha sido el asunto de la inmigración. Es que hay muchos votos del laborismo que han terminado en el UKIP, un partido que ha logrado un 12,6%. La inmigración ya fue muy importante en 2010 y en estas elecciones ha sido clave para las clases trabajadoras, preocupadas no sólo por las segundas y terceras generaciones y los inmigrantes del este de Europa. El tercer obstáculo de Miliband ha sido la economía. Los conservadores han logrado hacer creer a la opinión pública que la culpa de la crisis económica mundial sólo tiene un responsable: Gordon Brown.

*Experto en el Partido Laborista y profesor de Políticas en la Univ. de Stirling. Preguntas de Esther S. Sieteiglesias