Matrimonio homosexual
Una marcha contra el matrimonio gay en París acaba en batalla campal
La derecha promete un referéndum si gana en 2017
PARÍS- Los detractores del matrimonio homosexual volvieron a tomar ayer las calles de París en la primera manifestación multitudinaria después de que el presidente François Hollande promulgara la ley que autoriza a personas del mismo sexo a casarse y a adoptar niños. La tercera gran protesta de este tipo –en la que participaron 150.000 personas, según la Policía, y «más de un millón», según los organizadores– estuvo vigilada por 4.500 agentes, ante la radicalización de las últimas marchas.
La jornada transcurrió pacíficamente hasta que al final de la marcha algunos cientos de manifestantes lanzaron botellas, proyectiles y petardos contra la Policía. «Varios cientos de personas se han negado a dispersarse al término de la gran manifestación contra el matrimonio homosexual, una parte de ellos provocaron y agredieron a las fuerzas del orden y a los periodistas», indicó el ministro del Interior, Manuel Valls.
La Policía, que detuvo a una veintena de personas durante lso disturbios, mantenía anoche la vigilancia en varios lugares del centro de París.
Estos disturbios, atribuidos a una minoría ultra, empañaron un ambiente que el diputado Henri Guaino, de la opositora Unión por un Movimiento Popular (UMP) y próximo al ex presidente Nicolas Sarkozy, describió como «familiar, pacífica y paternal». También salió a la calle el líder de la oposición conservadora, Jean François Copé, que criticó las «inaceptables tentativas de presión y de intimidación» del primer ministro, Jean Marc Ayrault, quien en la víspera había acusado a la UMP de contribuir a la «crispación y a la radicalización» al apoyar a los manifestantes.
Copé prometió que, si gana las presidenciales de 2017, celebrará un referéndum sobre esa ley, aprobada por la mayoría de izquierdas de la Asamblea Nacional y el Senado. Pancartas, música y banderas marcaron el tono general de la protesta parisina, que en Francia se conoce como «manifestación para todos», eslogan que se asemeja a quienes reivindicaban el «matrimonio para todos». La gran ausente fue la humorista Frigide Barjot, emblema de la protesta, que no acudió porque dice que teme por su seguridad. Y es que en las últimas semanas la protesta se ha radicalizado, a causa de grupos cercanos a la extrema derecha como «Primavera Francesa», plataforma que Interior estudia disolver. Efe
RADICALES INVADEN LA SEDE DEL PARTIDO SOCIALISTA
En medio de la marcha contra la ley del matrimonio homosexual, una veintena de individuos de extrema derecha entraron a la sede del Partido Socialista en la parisina calle Solferino y desplegaron en el tejado una banderola en la que podía leerse: «Hollande, dimisión». Momentos después, los jóvenes radicales fueron desalojados del edificio por la Policía y el incidente no pasó a mayores. Precisamente, ayer se publicó una encuesta que muestre el repunte de la popularidad del presidente socialista. Tras bajar hace un mes a la cota histórica del 29% de apoyos, Hollande sube hasta el 33%.
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