¿Una misión legal?

l ¿La «operación Cerval» es una guerra legal?

–El Gobierno francés ha insistido en que la intervención en Mali es legal. Está bajo el paraguas de la resolución del 20 de diciembre que permite el uso de la fuerza. Las autoridades también argumentan que los vecinos africanos han dado su apoyo total a la incursión militar. Aun así, desde Argelia han surgido numerosas voces que critican el resurgimiento del colonialismo con una intervención directa en un país, una acción que no está dirigida desde dentro del territorio africano. Francia se ha implicado por sí misma en una guerra.

l ¿Es una guerra contra el terrorismo?

–No está muy claro. La operación se parece a una guerra clásica: bloqueo de las vías de acceso a la capital y el bombardeo de los convoyes armados. El hecho de que Al Qaeda para el Magreb Islámico (AQMI) sea uno de los grupos que están detrás de la ofensiva hacia el sur que ha sido frenada por la Fuerza Aérea francesa no implica que el resto de organizaciones implicadas también puedan ser calificadas de terroristas. Finalmente, y enlazando con la pregunta anterior, es difícil determinar si una guerra es legal. Por definición, las confrontaciones militares se realizan por encima de la ley y de la legalidad. Es un choque de poderes. Todos los partidos tratan de encajar en la legalidad sus actuaciones.

l ¿Cuáles pueden ser las implicaciones para la seguridad nacional?

–La guerra es incierta y nadie puede predecir lo que va ocurrir. Pero si los «señores de la guerra» y los grupos como AQMI han reunido el poder y el grado de organización suficiente para lanzar ataques coordinados y expulsar a las autoridades locales de un territorio, no es muy arriesgado pensar que puedan orquestar operaciones en el extranjero, y Francia está muy cerca. Con el caso de Mehra, vimos cómo existen residentes franceses dispuestos a atentar en nuestro suelo en protesta por operaciones militares en países musulmanes en el mundo. Desde los ataques de Londres y Madrid se ha demostrado que nuestras capitales están dentro de su radio de acción.

l ¿Es sólido el apoyo de los partidos políticos a la operación de Hollande?

–La derecha respalda la lucha contra el islam radical y el terrorismo. Su electorado espera esta defensa y, si la derecha abandonara esta posición, correría el riesgo de ser acusada de ser menos patriótica y menos solidaria con el Ejército que los socialistas. Es un precio demasiado caro el que tienen que pagar. De todos modos, si los acontecimientos se tuercen y los soldados vuelven en «bolsas negras», probablemente denuncien el riesgo y los fallos de la intervención. No podrán resistir la tentación de quemar a Hollande políticamente.

l ¿Puede convertirse en una guerra larga?

–El Ejército ha asegurado que se tardarán meses en adiestrar a los militares malienses. Las guerras más largas que se han considerado un éxito han durado dos semanas. También cabe preguntarse si en la actual coyuntura económica Francia puede permitirse una guerra.