Estrasburgo

¿Vacaciones en Siria?

Playas idílicas y bañistas disfrutando de las aguas del Mediterráneo es la imagen que el Ministerio sirio de Turismo muestra del país en un polémico vídeo promocional que ignora la devastación de la guerra.

Playas idílicas y bañistas disfrutando de las aguas del Mediterráneo es la imagen que el Ministerio sirio de Turismo muestra del país en un polémico vídeo promocional que ignora la devastación de la guerra.

Playas idílicas y bañistas disfrutando de las aguas del Mediterráneo es la imagen que el Ministerio sirio de Turismo muestra del país en un vídeo promocional que ha suscitado polémica por ignorar la trágica realidad de una Siria devastada por la guerra.

Los responsables turísticos alegan, sin embargo, que el objetivo de esta iniciativa es atraer a visitantes sirios y no a extranjeros.

La grabación, de un minuto y 43 segundos y titulada "Siria, siempre bonita", está rodada con drones, que han captado playas de arena dorada abarrotadas de gente y motos de agua surcando el mar, al ritmo de la canción "Faded"de Alan Walker.

Las palmeras y las sombrillas aportan una estética vacacional a la escena, mientras que a través del zoom de la cámara se descubre un paisaje verde y una ciudad junto a la playa.

Los comentarios que circulan por internet sobre el vídeo van desde los de quienes se alegran de que se difunda la belleza de Siria hasta los de gente que lo critican, dada la situación actual del país.

Y es que el lunes pasado Tartús, uno de los principales destinos turísticos de Siria junto a la costa mediterránea, fue golpeado por un doble atentado, reivindicado por el grupo terrorista Estado Islámico (EI), que causó treinta muertos y 45 heridos, según fuentes oficiales, aunque activistas elevaron la cifra de fallecidos a 43.

Lejos quedan los tiempos de antes de la guerra cuando Siria tenía una floreciente industria turística, que recibió 8,5 millones de visitantes en 2010.

Para animar el sector, el Ministerio de Turismo ha publicado una decenas de vídeos promocionales en las ultimas tres semanas.

Uno de ellos está dedicado a los sitios históricos, como Palmira, cuyas ruinas grecorromanas son Patrimonio Mundial de la Unesco, y que hasta marzo pasado estuvo en manos del EI hasta que el Ejército la recuperó.

En otra de las grabaciones aparece un coche de carreras en marcha con el mensaje en inglés "La rueda de la vida nunca se detiene".

Para el asesor del Ministerio de Turismo, Ayman Qahaf, los vídeos promocionales dan una idea sobre "la civilización, la historia y la belleza del país contra el que el mundo conspira para destruirlo".

"Enseñan la voluntad del pueblo sirio de vivir, no son para atraer a turistas extranjeros para que pasen sus vacaciones (aquí)", declaró a Efe.

Qahaf explicó que la política de su departamento es atraer a familias sirias, sobre todo, a aquellas con ingresos limitados para que disfruten de vacaciones en la costa a precios razonables.

El propio ministro de Turismo, Bisher Yazedyi, es optimista en su página personal de Facebook, en la que recientemente señaló que el número de visitantes había aumentado en Siria un 30 % respecto al año pasado.

Posiblemente, este optimismo de Yazedyi se deba a los recientes avances del Ejército sirio, que en colaboración con las fuerzas rusas destacadas en el país árabe, han arrebatado al EI y a otros grupos amplios territorios.

Entretanto, algunos turistas extranjeros aparentemente han visitado el territorio sirio este año.

Así lo afirma a Efe Mahmud Arnut, dueño de la agencia de viajes Mithra, que asegura que en lo que va de 2016 ha recibido once grupos de turistas europeos; mientras que en 2015 fueron nueve.

Francia, España, Italia, Islandia, Dinamarca, Suecia y Noruega son algunas de las nacionalidades de los visitantes que supuestamente han viajado Siria, dice Arnut, y en contra de las recomendaciones de trasladarse a este país de muchos Gobiernos.

"El próximo mes, un grupo de 43 turistas franceses vendrá a Siria a pasar una semana, y antes yo iré a París para promover mi bello país", adelanta Arnut, que señala que el año pasado él mismo estuvo en Estrasburgo para hablar al Parlamento Europeo sobre Siria.

Los turistas que llegan a Siria a través de la agencia de Arnut visitan Damasco, Homs, Hama, el Crac de los Caballeros, Tartús y Latakia, así como sitios religiosos en territorios seguros, la mayoría cerca de la capital como Malula y Seidnaya.

Pese a que muchas aerolíneas comerciales dejaron de operar a Damasco tras el inicio de la guerra en marzo de 2011, todavía hay vuelos directos desde países como el Líbano, Egipto, Argelia, Sudán, Jordania, Rusia e Irán, entre otros.

Pese a los intentos de las autoridades turísticas, Siria, tras cinco años de guerra, ha pasado de ser uno de los países más liberales de la región, con una escena cultural, gastronómica y de ocio crecientes, a un lugar destruido por la contienda con más de 280.000 muertos.