Venezuela vota sin Chávez por primera vez en catorce años

Los venezolanos votaron ayer en unas regionales en las que el oficialismo aspiraba a una amplia victoria, mientras que la oposición se juega el liderazgo de Henrique Capriles. Un proceso enmarcado en un clima de incertidumbre por el delicado estado de salud del presidente Hugo Chávez, convaleciente en Cuba y por primera vez ausente en unos comicios. Ni se presentaba y ni siquiera tenía que votar, pero la ausencia de Chávez sin duda marca profundamente unas elecciones que han pasado a convertirse en una cita política de vital importancia desde el anuncio de la recurrencia del cáncer.

Pero los comicios son incluso más trascendentales para la oposición, que en las presidenciales del 7 de octubre sólo salvó dos de los ocho estados que controla y que tiene en liza por la reelección a dos de sus principales líderes: Henrique Capriles en Miranda y Pablo Pérez en Zulia.

Chávez está en Cuba recuperándose de la que es ya su cuarta cirugía contra el cáncer, según la versión gubernamental. Desde el oficialismo quieren regalarle un «mapa electoral rojo, rojito»: aseguran que pueden ganar las 23 gobernaciones en juego ayer. El oficialismo venezolano se ha construido hasta tal punto alrededor de la figura de su carismático líder que resulta inevitable concluir que las elecciones estuvieron marcadas por el hecho de que no esté presente. Y es que, como comentan analistas consultados por LA RAZÓN, como Chávez no hay dos. Ningún otro líder oficialista goza del fervor casi religioso que profesan al mandatario buena parte de los venezolanos. «La orden del comandante fue ganar las 23 gobernaciones. Ése va a ser el regalo de los venezolanos para que pase su convalecencia mejor y logre recuperarse más rápido», dijo el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.

Hasta la fecha y según las encuestas, con Chávez o sin Chávez presente, los Estados de Miranda y Zulia –que concentran un cuarto de la población electoral del país– seguirán en manos de la oposición, con Capriles conservando su plaza, igual que el zuliano Pérez. Lo mismo parece que ocurrirá en el Estado de Táchira, y podría sumarse el Estado de Lara, cuyo gobernador, Henri Falcón, pasó a la oposición en el año 2010.

Debido a que esta vez son muchos los candidatos del chavismo que no provienen del liderazgo regional, es posible que la oposición conquiste Aragua y Monagas y que se castigue las gestiones de los gobernadores oficialistas de Bolívar y Anzoátegui. El hecho de que el propio presidente pidiera el apoyo para el vicepresidente Nicolás Maduro para las elecciones que habría que convocar en caso de que él no pueda seguir gobernado, redobló la importancia de las elecciones regionales también para la oposición. Así las cosas, los analistas interpretan que de ganar Capriles, se podría convertir en el candidato natural para unas hipotéticas presidenciales adelantadas, al tiempo que una derrota o un mal resultado ante el ex vicepresidente Elías Jaua abriría la caja de los truenos en el seno de la oposición y otros podrían retar el liderazgo de Capriles.

Capriles se juega su futuro

Pese a que el líder de la oposición en Venezuela insiste en que sólo son unos comicios regionales, es inevitable que la lectura política de la cita con las urnas de ayer se considere un examen a su figura. Además, con la posibilidad abierta de que se celebren nuevas elecciones en un plazo de 30 días, Capriles se enfrenta a un verdadero referéndum sobre su persona. «Más allá de los discursos, es evidente que los resultados son una especie de primarias para la oposición», opinó el analista Luis Vicente León para LA RAZÓN.