Novela

Cosas gruesas

Aunque parezca mentira, en el siglo XX al Marqués de Sade se le tomó en serio
Aunque parezca mentira, en el siglo XX al Marqués de Sade se le tomó en seriolarazon

Por qué el siglo veinte se tomó a Marx y Freud al pie de la letra? Si los actuales telenoticias los tuvieran vivos con la posibilidad de entrevistarlos, seguro que les pedirían enojosas explicaciones sobre algunas de sus más cómicas propuestas, como la «envidia de pene», en el caso de Freud, o la «dictadura del proletariado», en el de Marx. Tampoco dudo de que, en tal caso, ambos hubieran contestado muy sensatamente que se les ocurrieron esas tonterías en un momento bajo pero que, al fin y al cabo, sólo eran teorías para conseguir gloria en la pelea intelectual del momento. No creo que esperaran que nadie se las tomara rigurosamente en serio.

En ese sentido, analizar culturalmente el siglo veinte es un ejercicio muy entretenido. ¿Por qué también hubo gente que se tomo al Marqués de Sade en serio? Si viajan a la Via Veneto romana les recomiendo que se tomen un té o un whisky en el Harry's Bar y, después de ese momento de epifanía sosegada con los placeres del occidente moderno, bajen toda la calle hasta la Iglesia de los Capuchinos. Existe allí una conocida capilla delirantemente adornada con las momias y los huesos de frailes muertos. El Marqués de Sade la descubrió en su época, cuando aún no existía Halloween, y el texto en que da fe de esa visita es una delicia de fino humor. Hace pensar que Sade probablemente fuera sólo un humorista rijoso de su época a quién hacía reír la exageración de lo grosero y grotesco. ¿Verdaderamente, tenía sentido tomárselo rectamente? Quizá el propio marqués se espantaría ante esa falta de sutileza.

Siglo veinte: el siglo de las cosas tomadas a la gruesa. Fue muy fértil en producir ese tipo de lector que se cree todo lo que lee por el simple hecho de que venga encuadernado. Y ahora nos toca twiter.