Famosos
Aniversario amargo para Rocío Jurado
El martes habría cumplido 74 años, pero un cáncer de páncreas se llevó a Rocío Jurado aquel aciago 1 de junio de 2006. Si «La más grande» levantara la cabeza y viera el actual cisma familiar, volvería corriendo a su tumba. Los suyos está completamente distanciados: su hija Rocío no se habla con sus hermanos adoptivos, Gloria Camila y José Fernando, ni con su tío Amador; y, lo que todavía es más terrible, ni tiene el menor contacto con sus propios hijos, Rocío y David. Jurado supo mantener unida a su familia, aunque en sus últimos años de vida los que conocemos bien a esta saga ya intuíamos las desavenencias entre unos y otros. Todos callaban porque la artista imponía la ley del silencio. Meses antes de fallecer habló muy seriamente con los suyos para pedirles que se mantuvieran unidos y limaran asperezas. No era tonta y sabía que la armonía brillaba por su ausencia. A principios del año que viene su tierra del alma, Chipiona, abrirá un museo homenaje a su hija más universal. Ya veremos si en los próximos meses Rocío Carrasco da su brazo a torcer y llega a un acuerdo con el Ayuntamiento de la localidad gaditana para que el proyecto sea tan grande como su misma madre. Ese fue uno de los mayores sueños de la artista hasta el mismo día de su adiós. Seis meses antes de su fallecimiento me confesó que «tengo miedo de que mi familia se deshaga». Bien sabía lo que decía.
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