Barron Trump ya tiene colegio en Washington

A partir del otoño, el menor de los Trump se convertirá en el primer hijo de un presidente estadounidense en estudiar en St. Andrew’s Episcopal School, una escuela privada que cuesta 40.000 dólares al año

Cumpliendo con lo prometido, ahora que el año escolar está por terminar Melania Trump y su hijo Barron se preparan para trasladarse a la Casa Blanca. El primer paso ha sido encontrar una nueva escuela para el niño de 11 años, una elección que la primera dama hizo pública ayer: “Estamos muy ilusionados de que nuestro hijo asista a la Escuela Episcopal St. Andrew’s”, afirmó. Se trata de un colegio privado situado en el condado de Montgomery (a 30 minutos de la Casa Blanca) que, según Melania Trump "es conocido por la diversidad de su comunidad y su compromiso con la excelencia académica”.

St. Andrew’s, que le costará a la familia Trump alrededor de 40.000 dólares al año, ofrece en sus casi 77.000 metros cuadrados de instalaciones una gran diversidad de deportes, incluyendo el golf, el preferido de Barron y su padre. Además, tiene una biblioteca de dos pisos y 14.000 volúmenes y varios estudios de artes visuales. La prestigiosa escuela se caracteriza por ofrecer una educación integral enfocada en fortalecer las habilidades particulares de cada niño, por eso mismo en cada clase hay un máximo de 13 estudiantes.

Curiosamente, el menor del clan Trump será el primer hijo de un presidente estadounidense en asistir a esa escuela, ya que la elegida tradicionalmente es la prestigiosa Sidwell Friends, donde estudiaron las hijas de los Obama y Chelsea Clinton, además de los hijos de Nixon y Roosevelt (la única niña de la Casa Blanca en asistir a una escuela pública en Washington fue Amy, la hija de Jimmy Carter). La gran diferencia es que Sidwell Friends es una escuela cuáquera, mientras que St. Andrew’s “engloba la fe y la perspectiva de la Iglesia Episcopal”, según afirma la institución en su página web. Sin embargo, no todos los estudiantes son de dicha fe, ya que también hay un porcentaje importante de católicos, cristianos, judíos y musulmanes.

La Casa Blanca pensaba anunciar el traslado a Washignton y la elección de la nueva escuela de Barron durante el verano, pero los rumores comenzaron a correr en St. Andrew’s y los padres de los alumnos, preocupados por cuestiones de seguridad, enviaron cartas a la administración. Así, el anuncio debió adelantarse. “The New York Times” plantea que la mudanza de la primera dama y su hijo implicará un gran descanso para la Policía de Manhattan y el Servicio Secreto, ya que tener al presidente en una ciudad y a su familia en otra había complicado de manera significativa los protocolos de seguridad (y aumentado los costes: el diario estima que la Policía de Nueva York ha gastado entre 127.000 y 145.000 dólares cada día para protegerles).