Panamá
La crisis de los 60 de Miguel Bosé
El cantante vive en Panamá junto a sus cuatro hijos, nacidos de un vientre de alquiler, y ahora comparte con sus cercanos que «le gustaría la presencia de una niña en casa», según ha desvelado el entorno a LA RAZÓN. Aunque allí no le falta trabajo, su situación económica, tras sus fracasos empresariales, no es muy boyante, por lo que no ha dudado en vender su colección de arte. Además, podría estar en conversaciones con Podemos para formar parte de su formación política. Algunos hablan del artista como «la musa de los podemitas»
En abril, el cantante cumplirá 60 años y enfrenta una nueva etapa. Es notorio que necesita dinero en efectivo. Esta semana ha vendido su colección de cerámicas de Picasso. La edad ha hecho de Bosé un activista político que simpatiza con Podemos.
«Todos poetas los del 56», rezaba un estribillo de una canción de Miguel Bosé. Ahora, a punto de cumplir los sesenta en abril, continúa con esa actividad frenética que le ha caracterizado, pero, sobre todo, fuera de España. Aquí, en su país, los negocios no le van tan bien como él quisiera, de ahí que haya decidido poner a la venta una parte de la colección de cerámicas que le regaló Pablo Picasso, amigo de la familia (y por la que ha obtenido una jugosa cantidad). Su crisis económica (varios negocios fallidos y unas cuentas bancarias que merman) coincide con una necesidad de conseguir cada vez mayor privacidad. Panamá le ofrecía aquello que España le hurtaba y allí decidió montar su nueva residencia en una de las zonas más elitistas de la ciudad, un barrio exclusivo en donde sus vecinos le ven con frecuencia.
Uno de ellos, empresario y de origen español y que prefiere dejar su nombre a un lado, asegura a LA RAZÓN que Bosé «ejerce como padre ejemplar, lleva a sus niños a todas partes». «Cuando no trabaja no se separa de ellos. Les lleva y les trae del colegio, del médico, les alquila embarcaciones para navegar... Se desvive por ellos. Es más, cuando está de gira, si pudiera, estoy seguro de que se los llevaría con él». A ellos está dedicado en cuerpo y alma y, según esta misma persona, sopesa la idea de «adoptar una niña, ya que tiene cuatro varones y le haría muy feliz la presencia de una cría en casa». «Y dijo adoptar porque, contratar de nuevo un vientre de alquiler –una idea que, en su día, le sugirió Ricky Martin–, no te asegura el sexo del bebé. Ya tiene a Diego, Telmo, Ivo y Tadeo, y no es tan raro que quiera ser padre de una niña», desvela. El cantante aún no ha dado el paso, aunque la misma fuente indica que «no descarta hacerlo más adelante». Para convertirse en padre tardío, el artista admitió que abandonó su «vida salvaje». El amor fraternal se ha impuesto al sentimental, sus hijos son lo más importante. Tanto, que la prensa panameña ha publicado que ya habría redactado su testamento. «Todo se lo deja a ellos, por lo que cualquier pareja que quisiera compartir su vida debería ser consciente de que no podrá beneficiarse de él económicamente», apuntan.
- Hijos que alimentar
El hijo de Lucía Bosé y Luis Miguel Dominguín se lamentaba tiempo atrás de que el 21 por ciento de IVA ha destrozado a los pequeños empresarios, de la falta de subvenciones y, con ello, de la escasez de contratos. Y justificaba de esta manera su marcha al país centroamericano: «Mi público, que está entre 25 o 60 años, o está en el paro o, si tiene dinero, la madre se lo da para que vaya a ver a Pablo Alborán y no a mí. Muchos artistas están abriendo pizzerías y tiendas de bicicletas. De mí dependen unas cuantas familias y tengo cuatro hijos que alimentar...». Sus hijos, siempre están en primer plano. Y es que a pesar de su exitosa carrera artística no recibe tantas ofertas como para disfrutar de una vida holgada. Dicen que necesita efectivo, que ha perdido demasiado en negocios fallidos, y que, por ello, está vendiendo su valiosa colección de arte. Primero le tocó el turno a un par de lienzos regalados por Andy Warhol y ahora ha sido Picasso quien ha salido a puja en forma de colección de cerámica. Bosé se ha embolsado 370.757 euros con la subasta, 14 piezas que el malagueño le regaló en su juventud y que superaron todas las expectativas. De «éxito rotundo y sin precedentes» calificaba la casa de subastas Christie’s la operación, pues esperaba recaudar 230.000. La «estrella» de la velada fue un plato de cerámica decorado con un huevo frito, que se vendió en 135.000 euros. Una obra que tiene detrás una bella historia, según relató el propio cantante: «Como de pequeño no me gustaban, Pablo hizo para mí un plato de desayuno con huevos y un tenedor, sobre los que ponía huevos reales. Si me los comía, podía disfrutar de la sorpresa de su pintura». Así de sencillo.
Los negocios en los que invirtió le han dado más pérdidas que beneficios. Probó en el mercado del jamón y creó una empresa dedicada al ibérico de bellota. Al principio no fue mal, pero en 2012 tuvo que declararse en concurso de acreedores. Algo similar le ocurrió con el hotel rural de Badajoz, en el que, en sus inicios, fue socio junto a su hermana Lucía y el entonces marido de ésta, Carlos Tristancho. Además, el famoso Museo de los Ángeles de Arte Contemporáneo de Turégano (Segovia) también cerró definitivamente sus puertas. Aunque era propiedad de su madre, el cantante se involucró plenamente en el proyecto. De hecho, una de las piezas más curiosas era un cuadro en el que se veía al artista caracterizado como un ser celestial.
Ecuador le recibía ayer. Allí tuvo ocasión de almorzar con el presidente Rafael Correa en el Palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo ecuatoriano. El artista se mostró parco en declaraciones. Sus hijos, de nuevo, centraron la atención: «Estoy con ellos todo el tiempo que puedo. Voy y vengo constantemente. Mi calidad de vida, familiar y profesional, ha cambiado para mejor». Sobre la venta de cerámicas no admitió ninguna pregunta: «Te corto ya, eso es un tema personal, no tiene nada que ver con lo que estamos hablando aquí», zanjó molesto. La política no le es ajena y en los mentideros políticos corre el rumor de que ha habido negociaciones, que se llevan en secreto, entre Bosé y Pablo Iglesias. Algunos ya se refieren al cantante como «la musa de Podemos», desde que escribió una canción titulada «Sí se puede», que coincide con el popular eslogan electoral de la formación política, aunque él asegura que ya la tenía escrita antes de la irrupción del partido en la escena política española.
- Con Podemos
Iglesias es consciente del tanto que se apuntaría si incluyera a Bosé en su área de Cultura. Incluso se especula con que le llegaría a ofrecer un puesto ministrable si en el futuro consiguen formar Gobierno. Recordemos que en la etapa presidencial de José Luis Rodríguez Zapatero se rumoreó que los socialistas le habían tentado para que ocupara la cartera ministerial de Cultura y, parece ser, que Bosé declinó tal ofrecimiento.
Tras la intentona del PSOE, Bosé mostró su hartazgo y declaró: «No vuelvo a acercarme a un político en mi vida». Año y medio más tarde dejaba al descubierto sus nuevas preferencias políticas afirmando que «es tiempo de cambiar drásticamente. Lo que dice Pablo Iglesias es lo que piensan 40 de los 46 millones de españoles. Es el tiempo de los Pablos. Pablo Iglesias, Pablo Alborán, Pablo López... Partidos como Podemos o Ciudadanos tienen que tomar el relevo y que PP, PSOE y CiU pasen a ser la tercera, la cuarta y la quinta fuerza política. Que el PP se salte al PSOE y estime a Podemos como posición futura ya dice muchísimo. Cuando llegue el que tenga que llegar cargará con herencias tremendas, pero hay que apoyar este nuevo proyecto de país. Es savia nueva». A buen entendedor, pocas palabras bastan.
Una fuente cercana al líder podemita descubre a LA RAZÓN que «estaríamos encantados de contar con Bosé, es un seguro al portador, un hombre con carisma, que habla muy bien y que comulga perfectamente con nuestra filosofía de vida. Su presencia arrastraría a muchos jóvenes a nuestro partido. Si es verdad que Pablo está en conversaciones con Miguel me parece de lo más acertado». Por contra, desde el entorno cultural socialista, se duelen por «no haber podido contar con esa baza en su momento porque hubiera sido un gran reclamo electoral. Miguel es un hombre querido y respetado, con una gran cultura y don de palabra. Reúne todas las condiciones para encabezar un buen equipo...»
Bosé nunca ha estado muy decidido a entrar en el mundo de la política, pero ahora se lo podría estar pensando. Un familiar nos dice que «está bastante disgustado con la situación política nacional y, en alguna ocasión, ha dejado entrever que le gustaría participar activamente en el cambio. Si lo hace, puede dar muchísimo juego porque es de los que no se callan».
Picasso y Warhol, su tabla de salvación
Christie’s estaba convencida de que las cerámicas de Picasso, el artista que alcanza precios astronómicos en subasta, era una aval para conseguir una buena venta. Así fue, y las piezas fueron encontrando comprador. Una jornada memorable para el artista, cuya producción es ingente. A Miguel Bosé le ha debido doler tener que desprenderse de obras con tanto valor sentimental, pero el momento era bueno. Prácticamente cualquier obra del malagueño que lleve estampada su firma se vende. Además del plato de huevos fritos (arriba, con anécdota incluida) se vendió un jarrón con figuras taurinas («Gros oiseau corrida», de 1953) y una colección de platos con figuras de pajarillos, que salían a muy buen precio –no llegaban a los 2.000 euros– y otros, de nuevo con motivos taurinos.
El popular y el populista
En la gira por Ecuador, el presidente Rafael Correa no ha perdido la oportunidad de encontrarse con el cantante, que además de ser muy popular en el país, defiende en España las políticas populistas que emanan del eje bolivariano, del que Correa forma parte. Buena sintonía, pues, entre la música y la política. En Ecuador y en España.
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