Maddox Jolie-Pitt, dispuesto a romper lazos con su padre

El mayor de los hijos de la pareja vivió el pasado miércoles su primer encuentro con el actor desde el episodio que desencadenó el divorcio

Un mes después del anuncio de su divorcio, el actor Brad Pitt ha visitado a sus hijos en dos ocasiones y siempre ante la presencia de un psicólogo, según lo recomendado por el Departamento de la Infancia y Servicios Familiares del Condado de Los Ángeles. A todos, menos a Maddox. El encuentro con su hijo, de origen camboyano y adoptado por Jolie en 2002 y posteriormente por el actor en 2006, se produjo el pasado miércoles. El joven nunca ha considerado que el protagonista de «Troya» fuera su padre y las leyes del estado de California reconocen que con 14 años ya tiene derecho a elegir al progenitor con el que quiere vivir a partir de ahora. Según ha declarado a «US Weekly» una fuente cercana a la familia, «Maddox está dispuesto a hacer todo lo que sea necesario para romper los lazos que le unen al actor, ya que siempre ha estado más unido a su madre. Se lo habría comunicado a los abogados para que se lo transmitan al juez».

- Régimen de visitas

A la espera de la resolución de su divorcio, la pareja de actores acordó voluntariamente establecer un régimen de visitas para el actor, el cual prescribe hoy. La intérprete de «Maléfica» tiene provisionalmente la custodia física de sus hijos adoptivos, Maddox (15), Pax (12), Zahara (11), Shiloh (10) y de los biológicos, los gemelos Knox y Vivienne (8), que viven con ella en California. Además, el intérprete habría aceptado someterse a test esporádicos para demostrar que no ha desarrollado ninguna adicción a las drogas o al alcohol.

De momento Pitt, de 52 años, y Jolie, de 41, siguen envueltos en negociaciones a través de sus respectivos abogados, ya que desde que ella anunció su intención de separarse no han tenido ningún contacto, según declaró un amigo de la familia a la revista «People», que califica la situación de «muy triste».

Además, el pasado martes, Angelina Jolie y sus seis hijos fueron interrogados por agentes del FBI para esclarecer los hechos ocurridos el 14 de septiembre a bordo de un jet privado que trasladaba a la familia desde Francia a Los Ángeles y que fue decisivo para que la actriz presentara, cinco días después, su demanda de divorcio. Fuentes judiciales aseguran que dos agentes acudieron a la residencia de la familia en Malibú (California), donde permanecieron más de tres horas. No se trataba de una investigación oficial, sino de un paso previo dentro del protocolo para determinar si es necesaria una investigación más exhaustiva. Uno de los puntos a esclarecer era si la acalorada discusión entre la pareja de actores, en la que tuvo que intervenir su hijo Maddox, pasó en espacio aéreo estadounidense, puesto que de lo contrario el FBI no tendría jurisdicción en el caso.

«Todos los involucrados desean y esperan que ambas partes sean capaces de llegar a un acuerdo a largo plazo por sí mismas. El objetivo es que tras este periodo de tiempo ambos sean capaces de resolver sus problemas sin necesidad de recurrir a la Justicia», asegura una fuente cercana a la familia a «US Weekly».