«Grace & Frankie»: La última sorpresa de una vida

La entrada en la producción televisiva de empresas que no pertenecen al medio ha traído numerosos cambios a la ficción y, además de multiplicarla, la han diversificado. Gracias a la aparición de Netflix o Amazon ha sido posible que temas poco habituales para el medio encuentren su lugar y series como «Transparent» hayan llegado a los espectadores. Pero también han hecho posible producciones que, a primera vista, pueden resultar poco atractivas para las exigentes cadenas. Ése es el caso de «Grace & Frankie», la comedia de Netflix centrada en dos mujeres que tienen algo poco habitual en la pequeña pantalla: setenta años.

Porque las protagonistas de esta simpática historia son dos señoras con achaques, a las que la vida les ha guardado una última sorpresa. Tras décadas de matrimonio, ambas tienen que ver al comienzo de la serie cómo sus maridos las abandonan porque desde hace años mantienen una relación entre ellos. No ha sido una guapa joven las que se los ha arrebatado. Tampoco el desgaste del matrimonio les ha pasado factura y hace imposible la convivencia. No. Robert y Sol las han abandonado porque mientras compartían días en la oficina y noches frente a la barra de un bar, construían una relación amorosa. Pero las ganas de Robert de vivir sus últimos años de forma acorde a sus sentimientos precipita el fin de unos matrimonios que hasta el momento parecían ejemplares.

Mientras Frankie sufre en silencio la pérdida de su amado Sol, que muchas veces se muestra inseguro ante el paso dado, Grace trata de demostrar que lleva dentro una mujer fuerte a la que una traición no va a derrotar. Por suerte o por desgracia para ellas, cuando llegan los malos momentos, y se preguntan si la soledad las acompañará hasta el día de su muerte, ambas están juntas. Porque las dos deciden, de forma independiente, vivir en la casa que las dos parejas compartían cerca de la playa. La presencia de Grace inquieta a Frankie, y las silenciosas apariciones de Frankie molestan a Grace. Pero el destino ha decidido unirlas, y ambas deberán acostumbrarse a la presencia de la otra.

Jane Fonda, y sus espléndidos 78 años, dan vida a la presumida y aparente Grace, que tras dejar su propia empresa en manos de su hija para disfrutar de su matrimonio, ve como éste termina. La encargada de chincharle, tratar de que aproveche su tiempo y proporcionarle algunas sustancias prohibidas, Frankie, es interpretada por la televisiva Lily Tomlin. Con un carácter más pacífico y espiritual que el de Grace, Frankie busca en sus clases de pintura, su huerto y su meditación el remedio para superar la ruptura. Aunque le cuesta más que a su nueva compañera de vida.

Con Martin Sheen como Robert y Sam Waterston en el papel de Sol, «Grace & Frankie» es una comedia muy divertida en la que la historia se mantiene a la altura del nivel del elenco. Porque por fin alguien se ha atrevido a llevar a la televisión los miedos y las necesidades del ser humano cuando ya no tiene un aspecto radiante, ni se tiene que preocupar por criar a sus hijos, ni tiene que madrugar para trabajar. Ese momento en el que de verdad se disfruta de la vida. Aunque sus maridos se empeñen en que no lo hagan.

- Lo mejor

Que hace un hueco en la ficción televisiva a jubilados, abuelos y veteranos, que también existen y viven interesantes historias. Y que cuatro estrellas del cine y la televisión como Fonda, Tomlin, Waterston y Sheen se junten en este proyecto para hacer las delicias de sus seguidores.

- Lo peor

Muchos dejarán pasar la oportunidad de disfrutar de una gran comedia porque los temas de la tercera edad no son lo suficientemente atractivos para ellos. No hay acción, ni traiciones políticas, pero las preocupaciones y los intereses de esta divertida pareja de mujeres merecen una oportunidad.