Cultura

Lifestyle de... Dani Rovira

“No soporto a las personas que viendo los problemas miran hacia otro lado”

Dani Rovira ha anunciado en Instagram que padece linfoma de Hodgkin
Dani Rovira ha anunciado en Instagram que padece linfoma de Hodgkinlarazon

“No soporto a las personas que viendo los problemas miran hacia otro lado”

Nadie duda de los dotes interpretativos de Dani Rovira como cómico, monologuista y prolífico actor y muestra de esto son los galardones que acumula en su trayectoria como el Goya en ‘8 Apellidos Vascos’. Ahora Emilio Martínez-Lázaro vuelve a contar con el desparpajo del interprete malagueño para su nuevo filme ‘Miamor Perdido’, una comedia romántica poco convencional coprotagonizada por Michelle Jenner y un gato que les hace la vida en pareja posible/imposible. Más allá de la forma, existe el fondo y Dani Rovira tiene mucho que contar a través de la Fundación Ochotumbao

¿Qué nos puede avanzar de esta nueva aventura cinematográfica, ‘Miamor Perdido’? Sinceramente, ha sido un rodaje muy divertido y para mí, trabajar con Emilio es como estar en casa, porque ya nos conocemos de la saga ‘Ocho Apellidos’ y nos entendemos sin decirnos las cosas.

¿Qué me dice de su compañera de reparto, la actriz Michelle Jenner? Con Michelle ya habíamos hecho alguna cosilla juntos de doblaje en películas de animación, pero nunca habíamos trabajado así, tan mano a mano. Decirte que ha sido una experiencia divertidísima, porque vamos a descubrir el lado más canalla de Michelle. Las personas están acostumbradas a ver su perfil más angelical y, en esta peli ,se llevarán una sorpresa. ¡Ya estoy deseando que se estrene para que veas lo que digo!

¿Y cómo se interrelacionan estos dos personajes, Mario y Olivia? El personaje de Mario tampoco se queda atrás y es bastante gamberrete. La verdad es que el guión parecía estar hecho para mí, y así me lo confirmaron después, porque el personaje es un cómico que se va buscando la vida y que al final tiene un golpe de suerte y se convierte en una persona muy conocida. Tanto Mario como Olivia se conocen en un momento de sus vidas donde cada uno lucha por conseguir su lugar. Se encuentran, se enamoran, pero el miedo al compromiso hace que todo empiece a tambalearse. ¿Qué ingredientes aporta más allá de los tópicos de la comedia romántica? La película va más allá, porque es políticamente incorrecta e incluso tiene pinceladas de humor negro. De hecho, los dos protagonistas se van gastando bromas el uno al otro y van viendo cómo la cosa se les va de las manos, pero igualmente es una historia de amor preciosa. Aquí entra en escena un elemento crucial: un gato que hace perrerías varias...

¿Cómo ha sido rodar con un animal doméstico? Personalmente, cada vez llevo peor eso de rodar con animales, y no porque no me gusten, sino porque entiendo que no están en un contexto que es el suyo, aunque los domésticos ya están más que acostumbrados a la presencia humana. Si acoto, creo que es más fácil rodar con un perro que con un gato, porque los felinos van a su bola por mucho dueño y entrenador que tengan. ¡Son bastante imprevisibles! En la peli trabajamos con dos gatitas muy parecidas entre ellas, solo que una era más cachorrita y era bastante más activa que su compañera, una gata adulta más tranquila. En función de las escenas la protagonista era una o a la otra. ¿Y cómo se han grabado las escenas de acción gatuna? Hay algunas escenas elaboradas en digital y luego, una empresa que fabrica animales como si fueran muñecos, que da hasta grima de lo bien hecho está. Evidentemente las escenas “más delicadas” se han rodado así y no distingues cuándo es el gato de verdad y el de mentira.

¿Se ha llevado algún zarpazo? Algún que otro arañazo sí, sobre todo cuando lo sostenía en brazos, y después de repetir varias escenas el gato se piraba ya cansado. Lo peor de todo es que soy alérgico a los gatos y tuve que rodar la película con pastillas.

¡Qué apuro! Por cierto, ¿por qué le hablan en valenciano al gato? Podemos decir que, a nivel cinematográfico, Dani Rovira tiene “don de lenguas” de la Península Ibérica... Sí, es algo anecdótico. En la película, el personaje de Michelle es de Valencia y resulta que los dos personajes hacen un viaje de fin de semana a la ciudad y se encuentran en los contenedores de una playa el gato protagonista que solo hace caso cuando se le habla en valenciano. A mí, también me resulta interesante porque se toca un poquito de pasada el tema de la adopción, para dar una segunda vida a un animal abandonado...

Ahora que saca el tema de la sensibilidad por los animales me gustaría hablar de la Fundación Ochotumbao, de la que es cofundador junto a su pareja, la actriz Clara Lago. ¿Cuáles son los logros en este año y medio de trayectoria? Estamos muy orgullosos de todas las acciones que hemos conseguido hacer a través de la fundación. Impulsamos eventos y espectáculos junto a otras asociaciones para causas benéficas de todo tipo, como comprar sillas de ruedas para chavales con necesidades especiales, mejorar las instalaciones de santuarios para animales como ‘Collado Mediano’... Ahora estamos a punto de anunciar la proyección de un documental donde hicimos un reto deportivo yendo en bicicleta desde Barcelona a Roma para dar visibilidad al síndrome de Rett. Te diría muchos más proyectos y los que tenemos aún en marcha, algunos están ya anunciados en nuestro portal, que vamos actualizando.

Lo que no sé es de dónde sacan el tiempo para luchar por la causa... ¡Hay que saber administrarse y no es fácil! -se ríe-. Bueno, al final es hacer un pequeño esfuerzo que merece la pena porque te llevas una gran recompensa ayudando a las personas, los animales y al medioambiente. Actualmente un tercio de nuestra vida, nuestro tiempo, nuestra energía la invertimos en la fundación y lo que esta organización nos devuelve es... ¡vamos! multiplicado por quince.

¿Cree que el hecho de ser dos personas públicas os ayuda a dar más visibilidad a su tarea de concienciación? Sí, y de hecho estar en “el escaparate” -alfombras rojas, estrenos, festivales...- nos permite que los periodistas nos pregunten cosas más interesantes que el traje que llevo puesto o cuál es mi color favorito. Por eso, aprovechamos estas ocasiones para poder explicar nuestra labor a través de la fundación para llegar a más gente.

¿Qué papel juegan las redes sociales? Por polémicas pasadas, usted es consciente más que nadie del poder que tienen. Nunca voy a imponer un compromiso social: yo tengo muy claro cuál es el mío y mediante él, intento contagiar ese espíritu a quien quiera seguirlo. Después, que cada uno haga lo que crea. Evidentemente, soy consciente que el poder de influencia que se me otorga como personaje público es muchísimo mayor que cuando tenía 18 años y defendía con pancartas el “No a la Guerra” en su momento. Te confesaré que el ‘feedback’ que me viene por apoyar una causa que ayude a personas, animales o al medioambiente me alimenta mucho más el alma y me parece más reconfortante que un tuit diciendo: “Eres un puto crack”, por el taquillazo del momento.

¿Qué actitudes le ponen nervioso cuando intenta defender la causa solidaria? No soporto a las personas que, sabiendo la fragilidad de nuestro planeta y los problemas medio ambientales que hemos provocado, miran hacia otro lado y no intentan aportar su granito de arena con pequeños gestos diarios. Esas actitudes egoístas de pensar que “para lo que me queda en el convento...” sin tener en cuenta las generaciones futuras, me sacan de quicio. Por ejemplo, yo no tengo hijos, pero hago un sacrificio para cuidar el planeta para que los tuyos o los de los otros vivan mejor. Muchas veces a la gente le da miedo ciertas realidades, y más si nos duras, y prefieren atacarte con argumentos que intentar cambiar las cosas. La verdad es que aún queda mucho trabajo por hacer. En su caso, usted es vegano por principios morales. Por convicción, vaya... Sí, llevo un año y medio siguiendo una dieta vegana y para mí es una cuestión ética. Intento enamorar a las personas con un estilo de vida sostenible y solidario con el medio ambiente y los animales a través de los hábitos alimentarios. Simplemente, ofrecemos una alternativa que no digo que se tenga que imponer, pero al menos, si no eres partícipe de nuestra filosofía, no nos ataques.

¿Y qué consejo o argumento daría a los “más resistentes al cambio”? Que no tengan miedo a plantearse el cambio, que miren algún documental o libro que hable sobre el tema y que no se agobien, porque todo implica un progreso. Si de repente, después de todo eso existe un pequeño conflicto interior sobre ciertas cosas, eso es ya maravilloso. El cambio viene poco a poco...

Cuestionario: 10 básicos

1. No falta en su armario... Ropa de deporte

2. El perfume al que siempre vuelve... Los aromas a jazmín y dama de noche

3. No falta en su bolsillo... Bolsitas biodegradables para las caquitas de perro

4. Una sencilla técnica de relajación... Tener salud

5. Su accesorio imprescindible... Los auriculares

6. En el coche, confort o deportividad... Pragmatismo

7. Un paraíso para perderse... Granada

8. Su plato con estrella Michelin... El arroz con verduras que hacen en el restaurante Floren Domezáin de Madrid

9. Que bebe en su momento coctel... Alhambra, of course! La 1925

10. Analógico o digital... Las dos cosas. No le doy la espalda a lo digital, pero intento usarlo con cierta lógica.

CRÉDITOS:

Producción: pequeñas GRANDES cosas

Fotografía: Valero Rioja

Estilismo: Paloma González para Rowenta