Moda
Cómo ganar unas elecciones con una camisa
Es uno de los elementos clave dentro del armario masculino, una prenda versátil y elegante a la que todo hombre le saca partido en cualquier ocasión y que puede decirnos mucho de su estilo e incluso de su ideología
Es uno de los elementos clave dentro del armario masculino, una prenda versátil y elegante a la que todo hombre le saca partido en cualquier ocasión y que puede decirnos mucho de su estilo e incluso de su ideología
Usar la camisa como símbolo ideológico no es una invención de Alexis Tsipras. Siglos antes de que el primer ministro griego afirmara que llevaría la camisa sin corbata hasta que se solucionaran los problemas griegos, Isabel la Católica la convirtió en icono de una época cuando afirmó que no se la cambiaría hasta la conquista de Granda (aunque algunos expertos aseguran que esta afirmación es de su tataranieta, Isabel Clara Eugenia, y hablaba de la pacificación de Flandes).
Sea como fuere, la camisa se ha convertido en el último año en un arma más del ring político: «Los asesores de imagen saben bien que mostrarse con una camisa remangada es sinónimo de ponerse a trabajar», afirma Ricardo Fraguas, de Mirto. Y Rajoy, Sánchez, Rivera e Iglesias se han puesto manos a la obra. Cada uno a su estilo, la han transformado más en un elemento de su mensaje y una forma de llegar a su público. Incluso se ha convertido en noticia por sí misma: la vuelta de las vacaciones estuvo presidida por la camisa blanca de Brooks Brothers de Mariano Rajoy y Pablo Iglesias es un fanático de los diseños de la firma revolucionaria 198. Toda una declaración de intenciones detrás de cada prenda: del «american way of life», de la marca de Scott Fitzgerald a la de las barricadas, y todo en un trozo de tela.
Dejando de lado las siglas y centrándonos más en el estilo. ¿Aprueban nuestros políticos cuando se quedan en mangas de camisa? En general, no. «Nadie ha vuelto a llevar la camisa como lo hacía Eduardo Zaplana», asegura Héctor Sedeño, sastre de Scalpers. Por su parte, Fraguas afirma sentirse más identificado con el «look ciudadano» de camisas vistas «sin logo, gracias».
- Azul y blanco
«Las camisas blancas y azules son el básico del fondo de armario masculino», asegura Fraguas. Lo sigue a pies juntillas el presidente del Gobierno que, salvo excepciones, son los únicos modelos que emplea al igual que Sánchez o Rivera. Eso sí, si al primero le sobra camisa cuando se quita la americana, tanto el socialista como el líder de ciudadanos prefieren aprovecharla para marcar su buen estado de forma. Discrepan, eso sí, en el cuello. Si Sánchez se decanta por el francés, clásico y amplio, Rivera prefiere los modelos más contemporáneo de cuellos más estrechos. Y, a ser posible, sin corbata. Todo lo contrario que Mariano Rajoy, fiel a este complemento masculino pero que maltrata al no llevarlo de la talla correcta.
El otro
La nota discordante la pone Pablo Iglesias. El líder de Podemos ha construido gracias a su coleta y a sus camisas su propia iconografía personal. Rara vez le veremos con el cuello correctamente planchado o con un fit que se amolde a su cuerpo. Si nos fijamos en las veces que se remanga el puño, el líder «morado» suele hacerlo por encima del codo, quizá para que se vea más claro el puño en alto. Algo que según los expertos es del todo desaconsejable en cuestión de estilo: «Es demasiado deportivo, parece una camisa de manga corta», concluye Fraguas.
Tiempo tienen todavía hasta el próximo 20 de diciembre para empezar a enmendar estos errores. Eso sí, la carrera por colgar la camisa en La Moncloa ya ha empezado. ¿Quién ganará?
ASÍ SE LLEVA UNA CAMISA
El sastre Héctor Sedeño, de Scalpers, nos da las claves para saber cómo triunfar en mangas de camisa.
1. El largo de la manga debe apoyar en la mano, nunca montarla. Si decides remangártela, siempre debe quedar por debajo del codo (una o dos vueltas de puño).
2. Nunca fallarás con el cuello italiano (perfecto para llevarla tanto con corbata como sin ella). Si vas a ir de sport, mejor el cuello con botones. Ambos deberían quedar por debajo de la nuez.
3. Con corbata, la holgura máxima del cuello debería ser un dedo. Sin corbata, desabróchate los dos primeros botones.
4. El largo de la camisa debe ser suficiente para que no se salga del pantalón cuando hagamos un gesto, pero lo suficientemente corto para que no forme arrugas dentro del mismo.
5. Si eres de constitución fuerte, busca que la espalda tenga dos pliegues o un tablón. Si por el contrario, eres delgado, lo más aconsejable es que busques los modelos más entallados con dos pinzas.
6. La costura del hombro debería quedar un centímetro por encima de éste.
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