Donatella vende Versace

Michael Kors confirma, por 1.700 millones de euros, la compra de la firma italiana, de la que la familia conservará una parte minoritaria.

Botas altas, camiseta con el logo de la marca, labios recauchutados y cabello de un rubio tan platino que casi resplandece. Donatella Versace salió el pasado jueves a la pasarela de la semana de la moda de Milán, donde presentó su última colección. Será el último desfile en el que la firma exhiba todas sus esencias. Para cuando quiera llegar ese momento del año en el que los bolsillos más pudientes suspiren por llevar estas prendas, estará ya controlada por Michael Kors.

El acuerdo (pendiente de anuncio oficial) provocó el mismo terremoto en el mundo de la moda que cualquiera de los diseños de la casa italiana. No corrían buenos tiempos para sus finanzas, tras varios años lidiando con rumores de venta. Finalmente, será la estadounidense Michael Kors la que se haga con la italiana a cambio de 1.700 millones de euros. Jimmi Choo y la joyería Tiffany también figuraban entre los potenciales compradores. La familia Versace continuará al frente, aunque con una cuota minoritaria de la propiedad. Fue Donatella, actual directora creativa, la que asumió el liderazgo de la compañía en 1997, cuando el asesino en serie Andrew Cunanan se llevó por delante la vida de Gianni Versace, fundador de la firma y revolucionario. Que un joven sin apenas estudios nacido en Calabria se plantara en Milán en 1978, abriera una casa de moda con un símbolo inspirado en la antigua Grecia, la convirtiera en un icono pop y fuera capaz de agrupar a las «top models» con más glamur de todos los tiempos no puede ser definido de otra forma. El año pasado, coincidiendo con el vigésimo aniversario de la muerte de Gianni, Donatella volvió a reunir a Naomi Campbell, Claudia Schiffer y Cindy Crawford solo para decir «gracias». En los 90 Versace fueron ellas y ellas fueron Versace.

Propiedad compartida

Como ha representado Penélope Cruz en la segunda temporada de «American Crime Story», mucho antes del «#Metoo» una mujer asumió el difícil reto de continuar con el mundo femenino que había creado un hombre. Gianni dejó su herencia a Allegra, la hija de Donatella, pero como si de una regente se tratase, la rubia le imprimió su mismo carácter a la marca. Si antes Versace fue Gianni, más tarde sería Donatella. Santo (el otro hermano del fundador), Donatella y Allegra han compartido la propiedad, de la que ya vendieron un 20% al fondo de inversión estadounidense Blackstone en 2014. Ahora otro grupo de ese país se hará con el resto, por lo que Italia se queda sin uno de sus grandes emblemas empresariales y el mundo de la moda se pregunta qué será a partir de ahora Versace.