Junta de Andalucía
Crisis sanitaria: el descontento continúa aumentando un año después
Granada recupera hoy el espíritu de su primera gran protesta para exigir que se cumplan los plazos de la «desfusión»
Granada recupera hoy el espíritu de su primera gran protesta para exigir que se cumplan los plazos de la «desfusión»
Fue el 16 de octubre de 2016. Granada se echó a la calle de forma masiva para reclamar la paralización de la fusión hospitalaria y denunciar los recortes de la Junta en materia sanitaria. Fue la protesta más multitudinaria que se haya visto bajo la Alhambra –la Policía Local contó 40.000 asistentes–, marcando el arranque de un movimiento crítico, protagonizado por profesionales y pacientes, que sigue latente en las ocho provincias andaluzas un año después. Una herida que la presidenta de la Junta, Susana Díaz, no ha logrado taponar, a tenor del creciente descontento ciudadano, la permanencia de los recortes asistenciales y las demoras en las listas de espera. Su sempiterno lema, la «joya de la corona» de la Administración, parece que no ha convencido.
Las plataformas y las denominadas «mareas blancas» han conseguido metas que parecían inalcanzables: en Granada se derogó la orden de fusión y la cúpula de la consejería y del Servicio Andaluz de Salud (SAS) cayó cuando las protestas llegaron a su punto álgido. Pero no ha sido suficiente. De hecho, hoy se ha convocado una nueva manifestación en Granada, bajo el espíritu de aquella primera gran movilización, para reclamar a la Junta que cumpla los plazos a los que se comprometió de cara a la recuperación de los dos hospitales completos. En este punto, la presidenta del Sindicato Médico de Granada, Carmen Serrano, recuerda a LA RAZÓN que la central ya llevaba tres años denunciando que la fusión, «tal y como estaba planteada, era un sinsentido e iba producir graves perjuicios a los profesionales y pacientes».
Y así fue. Durante el verano del año pasado, cuando abrió el nuevo hospital del Campus de la Salud, se reorganizaron los servicios, se anularon otros en este proceso y los pacientes tenían que ir de un centro a otro en función de sus dolencias. Entonces prendió la mecha de la protesta y la respuesta ciudadana «fue apabullante», tal y como sostiene Serrano, quien subraya el «civismo» de las movilizaciones. La Junta rectificó y, junto a las plataformas y colectivos, se marcó la fecha del 1 de octubre para concluir el proceso de «desfusión». Sin embargo, Serrano alerta de que «los plazos no se han cumplido» y la situación está como en febrero, cuando se derogó la orden de fusión. «El SAS está utilizando como pretexto la instalación de nuevas tecnologías y la revisión de las carteras de servicios, pero el compromiso no era ése, sino volver al punto de partida el 1 de octubre y, a partir de ahí, mejorar lo que haya que mejorar». Por ello, exige que «acelere los trámites porque sabemos que puede hacerlo».
De momento, la Administración se marca un nuevo horizonte temporal, el 1 de marzo, para concluir las infraestructuras que quedan pendientes y reorganizar los servicios y las plantillas. «Mucho nos tememos que el proceso se puede alargar hasta el verano», lamenta Serrano.
Granada fue punta de lanza, pero Huelva no se quedó atrás. Hasta cuatro masivas protestas ha convocado la asociación «Huelva por una sanidad digna» para pedir su convergencia con Andalucía y España en materia sanitaria, ya que continúa a la cola en muchos servicios y especialidades. Los onubenses, además, son los andaluces que más tienen que esperar para una intervención quirúrgica.
En Huelva no ha habido decreto de la Junta para anular la fusión hospitalaria. Directamente fueron los tribunales los que tumbaron el proceso. Pese a todo, tal y como recuerda la presidenta del colectivo, Julia Paloma Hergueta, todavía quedan unidos numerosos servicios, como el de cirugía, digestivo, neurología y pediatría. Tras las protestas, las promesas fueron muchas, pero «muy pocas» las realidades. La Junta puso sobre la mesa la construcción de un nuevo materno infantil o la contratación de casi 80 profesionales, pero «no hay presupuesto y no se han incorporado los sanitarios que dijo». Sobre las dimisiones y ceses, Hergueta sostiene que «no son la solución al problema, sino una consecuencia».
A diferencia de Granada, donde todos los colectivos han diseñado el nuevo mapa sanitario, «Huelva por una sanidad digna» sigue sin interlocución con los responsables de la Consejería de Salud. La asociación ha reclamado reuniones a la consejera del ramo, a la gerente del SAS y la propia presidenta de la Junta, sin que haya obtenido respuesta alguna. Eso sí, volverán a salir a la calle el próximo 26 de noviembre.
Málaga, Jaén y Sevilla también se han movilizado, aunque con un respaldo ciudadano desigual. Está por ver si el aumento de las partidas destinadas a sanidad (5,4 por ciento) en el Presupuesto de 2018 calmarán los ánimos.
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