Sevilla

Dios en las aulas

La Razón
La RazónLa Razón

En tiempos de Cuaresma, todos los años se suceden multitud de actos, que se han convertidos ya en citas tradicionales y que no deben pasar desapercibidos para cualquier cofrade. En las vísperas de la Semana Santa, la agenda cuaresmal se llena de infinidad de convocatorias religiosas alrededor de las hermandades y cofradías. Hace justamente cuarenta años, la Hermandad de los Estudiantes de Sevilla sacaba –hito histórico en los anales de la ciudad– la primera cuadrilla de hermanos costaleros. Pero aquel año del 73, también coincidió con el nacimiento del Pregón Universitario. En el salón del Paraninfo, un estudiante dictará mañana, desde la cátedra universitaria, su mejor lección de fe a todos los jóvenes de la comunidad. No es fácil hablar de Dios en la Universidad. Sobre todo en los tiempos que corren. Mañana se cumplirán cuatro décadas de aquel anuncio, con el recuerdo de aquellos versos pronunciados en el atril de la Hispalense: «De qué forma puedo hablar/ cuando sé que mi pecado/ te tiene crucificado/ sin poderte desclavar./ Cómo te puedo rezar/ si viendo tu cuerpo inerte/ no hay oración que despierte/ tu dulce sueño de amor. / Cómo mirarte, Señor, / si no soy digno de verte. / Cómo puedo yo seguirte/ si soy débil, no soy nada/ mas tu sangre derramada/ hacen que te hable y decirte/ que aquí quisiera sentirte/ y contemplar tu semblante,/ y aunque vencerás triunfante/ tu dolor siento y comprendo/ y hoy ante ti me encomiendo/ con palabras de estudiante./ Perdóname, Padre mío,/ para amar a mis hermanos/ abro como Tú las manos/ porque en tus manos confío./ Y al tiempo le desafío/ sin que deje de quererte/ pues te diste de tal suerte,/ tu entrega es tan desmedida,/ que ahora es tuya mi vida,/ Cristo de la Buena Muerte».