España
El repunte del paro y el caos de lo cursos lastran a Díaz en el debate de la región
La presidenta aludió en su discurso de junio a una reactivación de la formación que aún sigue a medio gas. El desempleo ha subido en la comunidad en los tres últimos meses, a diferencia de la media nacional
La presidenta aludió en su discurso de junio a una reactivación de la formación que aún sigue a medio gas
El desempleo ha subido en la comunidad en los tres últimos meses, a diferencia de la media nacional
El último debate de política general sobre la comunidad que tuvo lugar el 7 y el 8 de junio en el Parlamento le sirvió a la presidenta de la Junta para coger oxígeno después del revés que sufrió en mayo al perder en las primarias del PSOE-A frente a Pedro Sánchez. Esta derrota ha sido la más dura de su carrera política, pero Díaz puso en marcha una operación acelerada de reciclaje que no le ha salido nada mal. La presidenta de la Junta aprovechó el viento a favor de las contrataciones previas al verano para cerrar la crisis con varias vueltas de llave y anunciar un nuevo ciclo económico en el que Andalucía se situaría en la avanzadilla. Además, llegó al Parlamento con nuevas medidas de amplio impacto como la bonificación de la matrícula a los universitarios que aprobaran todas las asignaturas, independientemente de la renta.
La economía fue, en definitiva, su principal baza. Díaz tomará hoy de nuevo el atril en un contexto en el que se prolonga la recuperación, aunque con indicadores más adversos, ya que el paro lleva subiendo de manera encadenada los últimos tres meses. Una situación que se agrava por el estancamiento de las convocatorias de los cursos de formación. Por el contrario, el pacto cerrado de los Presupuestos de 2018, que se aprobarán a finales de este mes y cuentan con el voto favorable de Ciudadanos, constituye su principal fortaleza política. Díaz puede ofrecer un marco de estabilidad que contrasta con la situación que se vive en Cataluña y también con la situación a nivel nacional, toda vez que el Gobierno se ha visto obligado a prorrogar las cuentas del próximo año. «Bendita normalidad –expresó ayer el portavoz de la Junta, Juan Carlos Blanco– en este contexto de incertidumbre en España».
Blanco deslizó asimismo que Susana Díaz anunciará nuevas medidas en distintas materias, entre ellas el empleo, cuya creación fue justamente uno de los puntos centrales del discurso de Díaz de hace cinco meses. «Hoy –dijo entonces–, en Andalucía hay 350.000 ocupados más que cuando asumí, en septiembre de 2013, la presidencia de la Junta. También hay 350.700 parados menos, según la Encuesta de Población Activa (EPA)». «Con estos datos en la mano, ¿es justo seguir oyendo que Andalucía es un lastre para la creación de empleo en España?».
Hoy esta afirmación es más difícil de sostener. La buena racha del empleo se ha interrumpido en los últimos tres meses, en los que el paro ha subido en más de 40.000 personas según los registros de inscritos en el INEM. La misma tendencia la apunta la EPA del tercer trimestre, con una subida del desempleo que va en dirección contraria a la que marca el conjunto del Estado: 5.400 desempleados más en la región frente al descenso de 182.600 a nivel nacional. Estos datos provocan que los dos objetivos laborales que Díaz anunció el pasado junio estén en el aire. Esto es, cerrar el año por debajo de los 800.000 parados (actualmente hay 844.856) y llegar a los tres millones de ocupados (con una cifra que se va acercando, pero que aún no llega: 2.958.607).
En el discurso del pasado 7 de junio, Díaz incidió precisamente en la importancia de la formación como una palanca para la creación de empleo después de cinco años de parón de convocatorias por el escándalo de irregularidades. «El Gobierno andaluz ha destinado 2.287 millones de euros a medidas orientadas al fomento del empleo. Desde los planes de empleo gestionados en colaboración con los ayuntamientos que han logrado generar 120.000 puestos de trabajo –dijo–, a los planes destinados a los jóvenes que supondrán la contratación de más de 30.000 andaluces, o la nueva convocatoria de cursos de Formación Profesional para el empleo, con más de 142 millones de euros, que ha sido ya resuelta en seis de las ocho provincias». Casi medio año después, la situación de la formación no ha cambiado demasiado. Los 142 millones a los que se refirió Díaz en junio estaban vinculados a las tres vías de formación que pretendía reactivar la Junta: ocupados, desempleados y escuelas taller. Pues bien, la formación para ocupados y autónomos sigue inédita desde el año 2011; las resoluciones provisionales de las escuelas taller no estarán resueltas hasta finales de este mes, según ha anunciado el consejero de Empleo, Javier Carnero; y la Junta aún no ha completado ni siquiera los adelantos del 25 por ciento a todas las empresas concesionarias de las subvenciones de formación para desempleados, tal y como denunció en LA RAZÓN el pasado 8 de noviembre el presidente de Cecap-A, Antonio Naranjo.
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