El sobrino de Felipe González no se libra de la etiqueta de «trabajador fantasma»

La justicia se resiste a quitarle a Juan María González Mejías, sobrino del ex presidente del Gobierno Felipe González, el cartel de «trabajador fantasma» que le puso la Policía. El titular del juzgado de Instrucción número 16 de Sevilla, Juan Gutiérrez Casillas, quien investiga las presuntas irregularidades en la gestión de la sociedad de la Junta Invercaria, ha rechazado de nuevo archivar lo actuado contra él, como había pedido su defensa.

En un auto fechado el pasado viernes y al que tuvo acceso LA RAZÓN, el juez sostiene que «la instrucción de la causa no se encuentra totalmente agotada» y que «podrían existir indicios racionales de ilicitud penal que son objeto de investigación y de depuración» en la pieza del «caso Invercaria» que afecta a González Mejías, por lo que entiende que «por ahora» lo procedente es «denegar el sobreseimiento provisional y archivo parcial de las actuaciones». La decisión del magistrado llega tras un escrito en el que la Fiscalía Anticorrupción se opuso al carpetazo y desmontó el presentado por la representación procesal del investigado.

El Ministerio Público recuerda que, «con el objeto de prestar servicios como director del Observatorio para la Innovación y la Participación de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa», el 1 de julio de 2005 el encausado «suscribió contrato de trabajo por tiempo indefinido con Invercaria, representada por su entonces presidente consejero delegado», el también investigado Tomás Pérez Sauquillo. En aquel contrato laboral se estipulaba que el cargo a desempañar por el sobrino del ex presidente era el de «director de Promoción en el centro de trabajo en Sevilla» que conllevaba una retribución bruta anual de «60.100 euros». Si bien, en realidad «los trabajos efectivamente desarrollados» por González Mejías» fueron para el observatorio, sin que conste una prestación real de servicios concretos.