Enriqueta Vila: «El viaje de Magallanes y Elcano fue más peligroso que la llegada a la luna»

Fundación Unicaja y la Academia de Buenas Letras conmemoran los 500 años de la primera vuelta al mundo

Para atisbar la dimensión del hito de la primera circunnavegación a la Tierra hay que mirar a las estrellas. «Comparable», la llegada del hombre a la luna «o quizás lo único que lo ha superado», señaló la americanista Enriqueta Vila, coordinadora del ciclo, presentado por la Fundación Unicaja y la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, «Sevilla se abre al mundo», una serie de conferencias para conmemorar el quinto centenario de la primera vuelta al mundo a cargo de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano. Aunque hay que mirar «al espacio» para dimensionar una efeméride cuya celebración va contrarreloj –«Celebro la comisión creada por la Junta. Hace tiempo que se tenía que haber hecho», indicó Vila–, la historiadora sostuvo que «el viaje de Magallanes y Elcano fue más peligroso».

A la inauguración del ciclo en la sede de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras también asistieron el director general de la Fundación Unicaja, Sergio Corral, y el director de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, Rafael Valencia. Se trató, recalcaron, de «una empresa española». Especialistas en la materia dialogan en estas jornadas sobre aspectos como los antecedentes, sus protagonistas o los efectos que tuvo en la cartografía y la economía. La Fundación Unicaja realizará una edición con los textos de las ponencias. De los cinco navíos que salieron del Puerto de las Muelas el 19 de agosto de 1519, sólo la Nao Victoria comandada por Elcano después de la muerte de Magallanes en Filipinas volvió a su puerto de partida el 8 de septiembre de 1522. Lo hacía tras haber descubierto el paso al Mar del Sur, recorrer dos grandes océanos y conseguido dar la vuelta al mundo. Sevilla, por su capital importancia, actuó como Cabo Cañaveral de una aventura que «culminó la idea de Colón» de «buscar las especias por el oeste». «Hay que conmemorarlo no para decir ‘qué bien lo hemos hecho’, sino para sacar consecuencias y proyectar al futuro», destacó Vila.