Herrero llama a combatir el «desmantelamiento industrial»

Primero fue la fábrica de sanitarios Roca, luego la planta de aceite Cargill, después la central de productos lácteos Danone... Prácticamente cada semana, una empresa con sede en Sevilla anuncia su cierre. En una provincia con un tejido industrial débil y con una economía cada vez más dependiente del sector servicios, el presidente de la Cámara de Comercio, Francisco Herrero, llamó ayer a tomar medidas que eviten el «desmantelamiento industrial» que sufren la capital hispalense y su entorno, a cuenta de los numerosos cierres anunciados.

Durante su intervención en el «Forum Europa», y ante un auditorio repleto de cargos políticos y empresarios, Herrero aseguró que «la capital de Andalucía no puede permitirse que, semana tras semana, nos sorprendan con anuncios de grandes empresas que han decidido reestructurar o cerrar su filiales en Sevilla».

Pero Herrero también repasó los principales proyectos que tiene pendientes la ciudad y los problemas que siguen azotando a las empresas. Uno de los más urgentes, a su juicio, es el dragado de profundidad del Guadalquivir. En su opinión, la no ejecución de esta operación «está suponiendo un grave riesgo para la continuidad de las empresas» y subrayó que la creación y desarrollo de la zona franca impulsada por el Ayuntamiento «dependerá en buena medida de que el dragado se haga realidad». «El Puerto, sin dragado, está abocado a la muerte», resumió.

En materia de turismo, reclamó a las instituciones «un apoyo firme» al aeropuerto porque «necesita un relanzamiento». Y es que, tras haber perdido hasta 600.000 pasajeros según los datos de noviembre de 2012, la terminal afronta la pérdida de seis conexiones a cuenta de las cancelaciones anunciadas por la aerolínea de bajo coste Ryanair. Así, insistió en la necesidad de más conexiones nacionales e internacionales para el aeródromo hispalense. También en este ámbito, defendió la necesidad de que la Cámara de Comercio goce de «presencia» en la gestión del palacio de exposiciones y congresos, para el cual el Ayuntamiento de Sevilla prepara una nueva sociedad mercantil. «El nuevo modelo, con la creación de una sociedad municipal, debe contar con la participación empresarial a través de la Cámara de Comercio», dijo.

Sobre la disolución de «Sevilla Congress and Convention Bureau», la oficina de captación de congresos promovida por el propio Ayuntamiento, Herrero defendió esta decisión argumentando que los empresarios desean una «herramienta» de esta naturaleza, pero «gestionada por los empresarios, con el apoyo de las administraciones». «No estamos haciendo nada que no nos planteásemos hace dos años, cuando nació el actual 'Convention Bureau'», esgrimió el presidente de la Cámara de Comercio, quien abogó por una «colaboración público-privada» para las políticas y estrategias de captación de congresos.

Igualmente, lamentó que Sevilla espere aún la materialización de grandes infraestructuras como las líneas dos, tres y cuatro del metro, la nueva autovía de circunvalación SE-35 o la ronda SE-40, cuyo desarrollo se ha topado con la «catástrofe económica» que vive España y que se ha traducido, entre muchas otras cosas, en un «derrumbe presupuestario de las administraciones públicas». «Esta ciudad necesita un revulsivo que la haga despertar», advirtió, llamando a luchar contra el «desencanto social» a través de la cultura «del esfuerzo».