La Junta destina casi 419 millones a la externalización de servicios sanitarios

La Ley de Presupuestos recoge ocho millones menos que el último ejercicio a la asistencia con medios ajenos

En año con el mayor presupuesto de la historia en el Servicio Andaluz de Salud (SAS) apenas se palia la externalización de servicios. En 2017, la partida destinada a asistencia sanitaria con medios ajenos cuenta con cerca de 427 millones de euros. En la Ley de Presupuestos de 2018 se recogen más de 410 millones a este concepto, a los que habría que sumar otros más de 8,6 millones de las cuentas de la Consejería de Salud. En total, casi 419 millones de euros, ocho menos que el presente ejercicio. Aparte, el área que dirige Marina Álvarez consigna casi 23,4 millones al concierto de servicios sociales con instituciones del sector privado para 2018. Contabilizando esta partida, la inversión en externalizaciones de la Consejería de Salud se eleva a 442,4 millones.

La derivación de la sanidad pública a la privada, por tanto, prácticamente se mantiene. Esto supone la apuesta por el modelo madrileño –que también se ha copiado con las guarderías– que tanto se ha criticado desde la Junta de puertas para fuera. La inversión en asistencia sanitaria con medios ajenos se mantiene en las cuantías de los presupuestos previos a los años más duros de ajuste económico con la crisis. Así, en 2010 se destinaron 424,5 millones; en 2011, 428 millones; en 2012, 427,7 millones; en 2013, en plena ola de ajustes, la cuantía cayó a 373,5 millones; en 2014, a 359 millones; en 2015, a 362,7; en 2016 aumentó a 384 millones; y en 2017 se alcanzaron los citados 427 millones que dan paso a los 419 para el próximo curso.

Según el Análisis de Situación 2017 en Andalucía del informe «Sanidad Privada, aportando valor» del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (en el que se engloban las principales mutualidades), la mayor parte de la partida destinada a asistencia sanitaria con medios ajenos en 2017, el 40%, se destina a los conciertos con entidades privadas; seguido del concierto para el transporte sanitario (30,6%) y los conciertos con servicios de diálisis (14,2%).

El gasto en conciertos durante los años de la crisis se ha elevado en cómputos globales. Así, el concierto con instituciones cerradas ha pasado de 154,9 millones en 2010 a 170,8 millones en 2017 y 161,1 previsto para 2018 . También ha aumentado en transporte sanitario: de los 101,7 millones de 2010 a los 130,5 millones del presente ejercicio. Las nuevas cuentas de la Junta, por su parte, presentan 60,7 millones para conciertos por servicios de diálisis. El presente año se destinan 20.000 euros menos. Para la asistencia concertada con especialistas se consignan en 2018 39, 2 millones de euros, por los 44,6 millones del presente ejercicio. La asistencia dental sube de 7,8 millones a 8,1 millones, aunque ésta se presupuesta en las cuentas de la Consejería y no del SAS. La asistencia podológica (mismo caso que la dental) pasa de 241.622 euros a casi 467.000. Oxigenoterapia y otras terapias por vías respiratorias se eleva de 25,4 millones a 26,7. Las terapias quirúrgicas también aumentan: de 6,7 a 10,2 millones. La externalización de terapias oncológicas disminuye: de 3,6 millones a 1,66. La rehabilitación cae levemente: de 766.906 euros a 668.426. El transporte sanitario, por su parte, pasa de 130,5 millones en externalizaciones a 410,1 millones.

El sector hospitalario privado representa el 57% de los hospitales y el 28% de las camas en Andalucía. De las casi 6.000 camas privadas, cerca de 4.400 se ubican en medio centenar de hospitales generales. En cuanto a equipamiento de alta tecnología, la sanidad privada supera a la pública en litotricia por ondas de choque (con el 67% de los aparatos); y resonancia magnética (63%). El modelo público y el privado andan parejos en tomografía por emisión de positrones, densitómetro óseo y sala de hemodinámica. La sanidad pública cuenta con más medios en TAC (66%), mamografía (62%), angiografía por sutracción digital (67%), gammacámara (83%), tomografía por emisión de fotones (83%), acelerador de partículas (86%) y equipos de diálisis (90%), según el catálogo nacional de hospitales de 2016 del Ministerio de Sanidad.