La Junta trata de «engañar» a los padres con plaza en la diferenciada

Los padres del colegio Ribamar denuncian que la Junta de Andalucía se salta su propio procedimiento administrativo para dejar sin concierto al centro en el que pretenden matricular a sus hijas por impartir un modelo diferenciado que rechaza de plano la Administración autonómica, mientras la C onsejería esgrime a los padres un error administrativo y les advierte de que procederá a asignarles otro centro de oficio si no renuncian a las plazas de forma voluntaria.

Ribamar es un centro adscrito al Ángela Guerrero, dos de los diez diferenciados de Andalucía que hasta este año contaban con concierto. El primero lo pierde para los módulos de Formación Profesional pero en principio mantenía 25 plazas de primero de Secundaria procedentes de la ratio del Ángela Guerrero, según la documentación oficial que obra en poder de la plataforma «Mis padres deciden» y del propio centro. En marzo, cuando tiene lugar la preinscripción, Ribamar publica las plazas ofertadas y el inspector confirma las 25. De ellas, sólo 15 se cubren con las alumnas procedentes del centro adscrito y otros diez padres de otros centros optan a las vacantes siguiendo el procedimiento escrupulosamente.

La consejería entiende que hay un error y ayer citó a los padres afectados. El departamento de planificación, a través de sus responsables Vanesa González Domingo y María del Carmen Domínguez Medrano, sugiere a los afectados que rellenen otra «solicitud fuera de plazo» pidiendo un nuevo centro, pero estos mantienen que las plazas les corresponden y que no renunciarán a ellas voluntariamente. Ante esta respuesta, las interlocutoras de la Junta transmiten a los padres que procederán a reubicar de oficio a sus hijas «y punto».

La interpretación que realiza Gemma García, portavoz de «Mis padres decicen», es que la idea «de una u otra forma» es «cerrar Ribamar». Y es que Educación se reserva el derecho a fijar un mínimo de ratio por unidad. Si entienden que con 15 alumnos no es rentable mantener el concierto, podrían anularlo. «Nos mienten y nos tratan de engañar y aunque legalmente tenemos razón no deja de ser un atropello», añade.

Por otro lado, el AMPA de colegio Ribamar recurre hoy la denegación de las medidas cautelares por parte de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). Los padres, que admiten que esta nueva resolución ha supuesto un «jarro de agua fría», se manifiestan «sorprendidos», según García, habida cuenta del recurso de súplica interpuesto por las Hermanas de la Cruz y de la admisión a trámite por parte del Tribunal Constitucional (TC) de un recurso de amparo presentado por los padres del colegio Torrevelo de Cantabria contra la sentencia del Supremo que ratificaba la denegación del concierto por parte del Gobierno cántabro.

La consejera de Educación, Mar Moreno, considera que el auto supone un «aval» judicial para su departamento y dejaba la puerta abierta a los centros a una posible reconversión en colegios mixtos.