Sevilla

La lluvia de Sevilla

«Entran temblores pensando cuándo terminará esto, que estamos a cinco días del Domingo de Ramos»

La Razón
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Ya no sé si será una maravilla, pero a estas alturas es una pesadez. Sé que era muy necesaria, sé que es un maná del cielo para el campo, los pantanos, la ciudad y todo lo que quieran, pero de tanto pensar que el agua por vía lluvia había tocado a su fin, hemos pasado a una especie de diluvio universal. Además, sin tener a manos ningún tipo de arca, ni de Noé ni tan siquiera de Trasmediterránea a mano. Para colmo es lo único que quita uno de los atributos más bellos a Sevilla, su luz deslumbrante, con lo que todo lo ves de un gris triste, aburrido, somnoliento... La falta de color y luminosidad hace que los naranjos no terminen de parir el azahar, por lo que el perfume callejero que tiene que acompañar a la Semana Santa no existe. Sin contar los temblores que te entran pensando cuándo terminará esto, que ya estamos a cinco días de que la cruz de guía de la hermandad de la Paz esté en la calle. En medio de este tenebroso momento metereológico, asoman situaciones más que inquietantes de lo que se nos avecina. Se podría pensar que aquellos que en el Parlamento pierden fuerza por día, y por tanto votantes, quieren recuperar la calle del modo que sea. Por esa vía saltaron a los medios y con la cooperación inocente o cómplice de algunos estuvieron a punto de convertirse en la primera fuerza de la izquierda. La muerte de un migrante senegalés por un infarto dio pie gracias a la inmediatez de las redes sociales a concentraciones en varias ciudades y en el que fue barrio castizo madrileño hoy convertido en una especie de Babel donde un madrileño es una especie en extinción, como Lavapiés se produjeron graves disturbios. De inmediato se empezaron a conocer declaraciones que te ponían los bellos de punta. Al pensar lo que se puede montar desde la mentira, además por responsables políticos de primer nivel a los que es exigible confirmar hechos antes de lanzar soflamas que incendien la convivencia. El resumen de estos mensajes es que lo que fue la desdichada muerte de un inmigrante por un infarto lo convirtieron en un fallecido por persecución policíaca , una muerte más perpetrada por el capitalismo, la xenofobia estatal , la brutalidad policial... Comprenderán que es para asustarse . A estas tremendas falsedades montadas para tratar de dinamitar el sistema la llaman ahora posverdad.