La Unesco obliga a reexaminar a la Junta el proyecto de las Atarazanas

La Junta de Andalucía defiende el proyecto de rehabilitación de las Atarazanas que financia «la Caixa», pero se ha encontrado con la oposición de las asociaciones conservacionistas de Sevilla y ahora con un informe de Icomos, el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios de la Unesco, que recomienda «suspender» la intervención arquitectónica y modificarla en función de una «carta de riesgos, estudios previos y un plan director» cuya redacción y elaboración se aconseja «con urgencia». La Consejería de Cultura ya está estudiando «a fondo» este documento firmado el pasado 8 de marzo por la presidenta del comité español de Icomos, Begoña Bernal Santa Olalla.

La Junta cedió el monumento a la Fundación la Caixa para su rehabilitación como un centro cultural ideado por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra. El edificio consta de restos de la antigua muralla almohade, siete naves de las atarazanas medievales del siglo XIII, restos del apostadero de la Carrera de Indias de los siglos XVI y XVII y edificaciones de la Real Maestranza de Artillería pertenecientes a los siglos XVIII, XIX y XX. El proyecto plantea mantener libre el espacio medieval de la planta baja, así como abrir el espacio hacia la calle Dos de Mayo, con una sala principal de exposiciones en la primera planta del edificio de cabecera, construido como Maestranza de Artillería en el siglo XVIII, y nuevos usos en la planta alta de las naves.

Los colectivos conservacionistas tachan el proyecto, avalado por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico y su correspondiente licencia de obras, de «crimen patrimonial» al no recuperar la cota original del monumento y prever «la reforma de dos cuerpos edificados sobre las naves dos y cuatro, modificando sus cubiertas, cerramientos y distribución interior», con la instalación de «varias escaleras mecánicas y un nuevo forjado», entre otras cuestiones.

El informe de Icomos aprecia «una parcial y escasa actuación en los diferentes trabajos previos que son insuficientes, no sólo en lo recogido en el proyecto actual, sino también en otra documentación existente, generada por diferentes entidades culturales».

En paralelo, el informe valora cada uno de los elementos y espacios del monumento, considerando que «para la difusión de los valores funcionales y formales» de dichos elementos «es necesario recuperar la escenografía total de su época, en su lugar y cota de la obra original o su modificación, según el caso» apostando por «la restauración o rehabilitación pero aportando también bienes muebles que expliquen al público» los pormenores e historia del monumento y un espacio de investigación entre las prioridades.