Ronda vuelve al romanticismo durante un fin de semana

Artesanía y música folclórica para redescubrir la ciudad malagueña

Cansado de buscar la inspiración poética en Sevilla y tras sufrir un brote anticristiano en Córdoba, ciudad en la que reconoció en una carta a su editor que había leído el Corán, Rainer María Rilke encontró el sosiego necesario en Ronda. Apostada sobre dos montañas y asomada al Tajo, aquel pueblo malagueño en 1912 guardaba aún la esencia andaluza que el poeta necesitaba para seguir adelante con sus «Elegías de Duino».

Durante los días que estuvo en Ronda, escribió una de las elegías, así como varias cartas a la princesa Marie Von Thurn und Taxis donde reconocía el influjo que sobre su persona ejercían aquellas casas pequeñas encaladas rodeadas de una maraña de calles empedradas, entremezcladas en el mundo árabe, medieval y romano.

¿Qué fue lo que conquistó a Rilke y hoy logra enamorar a quien pasa unos días allí? No hay una respuesta clara, pero desde luego Ronda es uno de los destinos legendarios para los viajeros desde que en el Romanticismo se puso de moda recorrer las tierras del sur de Europa para encontrar el Oriente, que entonces estaba en manos otomanas. Para los que quieran revivir el siglo XIX rondeño, este fin de semana hay preparado un programa de actos, que bajo el nombre «Ronda romántica» devolverá a la ciudad la estampa de aquellos momentos y revivirá la Real Feria de Mayo, una de las más antiguas de Andalucía. Por la mañana temprano, desde ayer los pasacalles animan a los rondeños a salir de sus casas para disfrutar de las representaciones que grupos culturales de la zona realizarán para evocar la sociedad estamental de mediados del siglo XIX.

También habrá lugar para las recreaciones folclóricas, históricas y literarias en el atrio de la iglesia de la Merced, como la «Batalla de La Puente», que estará interpretada por vecinos de la cercana Montejaque o los «Moros y Cristianos», que se encargará a los vecinos de Benalauría. La Alameda del Tajo acoge los 170 puestos de artesanos venidos de toda España, que ofrecen sus productos y simulan los comercios de antaño vestidos con la ropa del siglo XIX. Junto a este mercadillo, habrá conciertos en las calles más céntricas a cargo de la banda municipal, orquestas de cámara y grupos de romeros. En total, se espera que participen unas 1.500 personas en todas las representaciones. Esta primera edición ha logrado que los hoteles de la zona estén al 90%, según afirman fuentes de la organización, que creen que está cifra aumentará debido al buen tiempo, que permitirá disfrutar, después de una fría primavera, de una ciudad al aire libre que aún conquista.