Sevilla se rinde al «running»

Más de 21.000 corredores de 40 países diferentes. Las cifras de la XXVII Carrera Nocturna del Guadalquivir, que se celebró anoche en Sevilla, demuestran que la afición al «running» se está afianzando a pasos agigantados. Se trata de la segunda prueba deportiva más multitudinaria de España, con una distancia de 8,5 kilómetros que hicieron las delicias de corredores y curiosos, que se acercaron a ver esta fiesta del deporte con los principales monumentos sevillanos como telón de fondo. La organización, dadas las altas temperaturas que se registraron, repartió 37.000 botellines de agua y en la salida hubo un operativo de animación con 60.000 vatios de sonido y 25.000 de luz.

La carrera, una vez más, se caracterizó por el buen ambiente y el colorido. Los que se toman más en serio sus marcas intentaron mejorarlas y conseguir una buena posición en el ranking final. Otros, sin embargo, se dejaron llevar por la fiesta y acudieron disfrazados, sin importarles los registros ni los tiempos. La noche invitaba a ello. Sin embargo, para que todo saliera a pedir de boca, el Ayuntamiento montó un operativo especial de tráfico y seguridad que se inició por la mañana, cuando los agentes de la Policía Local despejaron de vehículos mal estacionados el Paseo de las Delicias, el lugar de salida y meta. A las 15:30 horas quedó cortado este paseo desde la intersección con la avenida Bueno Monreal y la glorieta de los Marineros Voluntarios. Esto provocó retenciones en las avenidas aledañas, ya que se trata de una arteria fundamental de la ciudad. La fiesta, una vez concluida la carrera, se alargó hasta altas horas de la madrugada.