«Suspenso» general al modelo de ciudad que propone Espadas

El regidor hispalense no convence a los grupos en el balance de su primer año, en el que pasó de la izquierda al centro y después a la moderación

Diálogo, mucho diálogo, mesas sectoriales, comisiones, el esbozo de un gran eje económico... El primer año de Juan Espadas como alcalde de Sevilla ha pasado sin pena ni gloria. El regidor socialista recibió ayer un suspenso generalizado de los cuatro grupos de la oposición –PP, Ciudadanos, Participa e IU– en el debate sobre el estado de la ciudad celebrado ayer en el Consistorio hispalense. Cierto es que heredó un presupuesto de la era Zoido y que ha tenido escaso margen de maniobra porque el de 2016 se ha aprobado recientemente, pero el pregonado «cambio» apenas se traduce en hechos. A la derecha y a la izquierda hablan de «parálisis» en la gestión y el Gobierno socialista interpreta estas críticas en clave electoral porque «en el fondo saben que la ciudad va en la buena dirección». Opiniones dispares en un Pleno que de nuevo parecía por momentos un corral de vecinos. Y deben agradecer los políticos que la ciudadanía no ponga más interés si es que quieren conservar algo de crédito.

En un ambiente caldeado, el portavoz popular, Juan Ignacio Zoido, aprovechó para hacer verdadera oposición –la que se ha echado en falta estos meses en el PP– con un discurso certero. Acusó a Espadas de una indefinición total. Primero era de «izquierdas», cuando le interesaba sacar adelante la investidura, luego de «centro» para aprobar el presupuesto y últimamente se declara «moderado» para justificar lo bueno realizado durante el mandato anterior por los populares. «Para haber perdido dos elecciones va dando demasiadas lecciones», le reprochó Zoido, quien otorgó un «suspenso rotundo» al alcalde y se autoproclamó como «única oposición» en el Ayuntamiento. Frente a las «promesas incumplidas» y el «revanchismo» de Espadas, Zoido le recordó que heredó «unas cuentas saneadas y cien proyectos planificados que le han permitido vivir de la inercia». «Ha anunciado mucho pero no ha hecho nada», le recriminó.

Ciudadanos tampoco eludió el cuerpo a cuerpo. Javier Millán, alternativa a la «derecha sin corazón y a la izquierda sin cabeza», volvió a hablar de «parálisis» y reclamó a Espadas una «planificación estratégica» porque ahora la ciudad va «sin rumbo». Le recordó el «catastrazo», una circunstancia que sí ha afectado a la ciudadanía en general, y lamentó que tanto el PP como el PSOE hagan «la pinza» frente a los casos de corrupción como el «caso Carretero», la situación de la Policía Local o evidencien «prisas» por cerrar la comisión de investigación del «caso Fitonovo». El descontento de C’s con el alcalde con el que firmó los presupuestos es relevante.

Pero más enquistada es la situación con Participa Sevilla. Susana Serrano, su portavoz, mantuvo una agria discusión con la presidenta del Pleno, Carmen Castreño, a la que acusó de «machista» y ésta, hastiada de su comportamiento, le recriminó que era una mujer «muy caprichosa».

Serrano cree que Espadas está «centrado en hacer campaña para Susana Díaz y persiste en la venta de humo», sin entender el «giro a la derecha» y preguntándose «qué confianza se puede tener en un alcalde que no cumple lo que firma». En la misma línea se mostró el portavoz de IU, Daniel González Rojas, quien afirmó que «a este Gobierno le sobra triunfalismo y autobombo y le falta humildad», algo a lo que Espadas le respondió de forma hiriente: «Ustedes son una formación triste».

421 contratos en el haber municipal

Espadas admitió que los problemas de Sevilla siguen siendo graves y que no busca la «complacencia», pero aseguró que se dejan «la piel» en cambiar los elementos estructurales para cumplir el máximo de compromisos en los próximos tres años. Los asuntos sociales, el empleo y la transformación de los barrios han de ser sus prioridades. Destacó que pese a las restricciones se han realizado 421 contrataciones, se ha reactivado la bolsa de empleo municipal y avanzado en la RPT como se exigía.