Vecinos critican la «pérdida de dinero» en la fallida biblioteca del Prado

Después de que en una nueva sentencia el Tribunal Supremo haya declarado «ilegal» la biblioteca que construía la Universidad de Sevilla en los Jardines del Prado de San Sebastián, la asociación de vecinos Huerta de la Salud –que libró una intensa batalla judicial para que no se construyera dicho edificio– aseguró ayer que el fallo «da la razón a las comunidades vecinales que se opusieron a la construcción». De esta manera, según la junta directiva de la entidad vecinal, la sentencia «reprocha con mucha severidad la actuación insistente de la Universidad, por su empecinamiento en que se le dé de una vez por todas la razón». De hecho, una vez que el Ayuntamiento, la Gerencia de Urbanismo y la Junta presentaron un recurso de casación, la Universidad «quiso volver a probar suerte».

«La pérdida de energía, dinero y prestigio que ha supuesto esta actuación se podía haber evitado con medidas cautelares eficaces que frenen o impidan la política de hechos consumados, práctica demasiado habitual en estos últimos tiempos», sostiene la asociación. Igualmente, insiste en que los ciudadanos «no podemos seguir sufriendo las consecuencias irreversibles desde el punto de vista económico y patrimonial».

En la sentencia, el Supremo reprocha a la institución universitaria su «estéril empeño por reabrir el debate sobre la construcción de la biblioteca» y «derivar el debate hacia donde le convenía», aprovechando los recursos en lo referente a la zona de La Calzada-Fábrica de Artillería.

El Supremo asegura que la Universidad reproduce en su recurso de casación los mismos motivos que había formulado en los recursos anteriores contra la orden de derribo de la biblioteca y recoge que «esa mecánica reiteración de los motivos de casación formulados en aquellos casos resulta particularmente desafortunada, por la sencilla razón que no guardan relación con lo debatido en el proceso y resuelto en la sentencia». Finalmente, el complejo fue demolido.