Valladolid
Atraca en Valladolid el barco de las emociones y sonidos de Fetén Fetén
El dúo formado por Diego Galaz y Jorge Arribas presenta en la capital su último trabajo «Melodías de ultramar»
Será este próximo sábado, cuando se detenga en Valladolid el barco de las «Melodías de Ultramar» del dúo Fetén Fetén, conformado por Diego Galaz y Jorge Arribas. El lugar: el LAVA, a partir de las 20:30 horas y con la colaboración prevista de importantes músicos de la ciudad como los componentes de Celtas Cortes, Jesús Cifuentes «Cifu» y Alberto García; Jaime Lafuente o el percusionista venezonalo Yonder Rodríguez.
Una puesta de largo de su último trabajo en la capital vallisoletana y que se hará en modo «fiesta» con la presencia de otros tres músicos en formato banda, el contrabajista Miguel Rodrigañez; el percusionista Pablo Martín Jones y el guitarrista Javier Zarember y que llenarán de ritmos frescos y divertidos y muy bailables el escenario vallisoletano. «Melodías interculturales recogidas de nuestros viajes, pero también otras vinculadas a esta tierra», señala uno de los integrantes de la formación Jorge Arribas, durante un encuentro con LA RAZÓN, donde indica que se podrán escuchar ecos balcánicos, evocaciones japonesas y música tan dispar influenciadas por ritmos originarios de Marruecos, Costa Rica o Canadá, además de recuperar temas como la «Jota del Wasabi».
Y todo ello, aderezado con los que denomina «instrumentos insólitos de Fetén Fetén» como la silla flauta, el recogedor; la escoba, el serrucho... y uno último que acaban de incorporar que es la gaita ribereña.
Unas actuaciones que les han llevado por todas partes del mundo, desde la India a Namibia, o desde Argentina a México, y que van a seguir saltando allende los martes ya que tienen previsto este año nuevas citas en el país mexicano y adentrarse con su música en tierras danesas.
Unos currantes de la música que se han «hecho con un pequeño hueco» en un mundillo, donde ahora el directo es fundamental, ya que las ventas de discos han pasado a mejor vida y los ingresos que se reciben desde plataformas como Spotify son «irrisorios». «Vivimos de eso. Es una mezcla de suerte y de esfuerzo», señala Arribas, que a parte de las actuaciones en directo también se tienen que gestionar la parte logística y comercial.
Y la pasión que Diego Galaz y Jorge Arribas le ponen al grupo les ha granjeado también la oportunidad de conocer nuevos públicos, ofreciendo conciertos divulgativos y educativos para niños, e incluso han actuado en cárceles para reclusos.
«Creemos que es muy importante educar en valores. Cómo se puede reutilizar algo y convertirlo en un instrumento musical y cuando tienes la oportunidad de tocar ante 400 niños, nos produce un subidón. Y además, les abres la imaginación. Al final del concierto te preguntan y otros te dan ideas para hacer nuevos instrumentos», señala el músico vallisoletano. El último periplo de este viaje educativo lo han realizado hace apenas un mes con un total de 36 conciertos por tierras gallegas. Es por ello que Diego Arribas, lamenta que no haya una educación reglada, fuera de los conservatorios, donde se enseñe otro tipo de música, como folclore o jazz, por ejemplo.
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