Castilla y León
El Gobierno Herrera pide a Rajoy que autorice reabrir Garoña hasta el 2031
La Junta argumenta que en este plazo se permitirá amortizar las inversiones que exige el Consejo de Seguridad Nuclear y recuerda que no existe alternativa industrial para esta zona de la comarca burgalesa
La Junta de Castilla y León acaba de solicitar al Gobierno de España que autorice la explotación de la central nucelar de Santa María de Garoña hasta el año 2031, con el objetivo de que durante este periodo la empresa propietaria, Nuclenor, pueda amortizar la inversión que exige el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en su último informe, en el que considera que la planta atómica puede operar con seguridad.
Ésta es una de las alegaciones que figuran en el escrito remitido desde la Junta al Ministerio de Energía dentro del proceso administrativo abierto para decidir el futuro de la central nuclear burgalesa, del que podrán formar parte otras diez instituciones y organizaciones. Además, la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, recuerda también que no existe una alternativa económica en esta zona, donde es además la principal industria.
Desde del Gobierno Herrera se expresa su posición «totalmente favorable» a la explotación de la planta atómica, que se encuentra en situación de parada técnica desde el año 2012, puesto que explica que de lo contrario se produciría una «merma» en la actividad económica y del empleo, que según Del Olmo serían «inasumible» para Castilla y León. La consejera recordó que la central daba trabajo cuando estaba operativa a unos 600 trabajadores de manera directa, si bien en determinados periodos, como las revisiones o recargadas, pueden alcanzar el millar.
Por ello, el Ejecutivo autonómico propone que la central esté operativa hasta el año 2031, es decir, otros 14 años, de acuerdo -recalcó Pilar del Olmo- al último informe del CSN y a la revisión periódica que indican que la central cumple las condiciones de seguridad nuclear y protección radiológica. La titular de Economía señaló que son determinantes» por lo que la Junta aboga por que se amplíe el periodo de funcionamiento, informa Ical.
«Queremos que se renueve la explotación hasta 2031», expresó la consejera sobre la autorización de la central, una cuestión que separó de la decisión que adopte Nuclenor sobre la reapertura, puesto que una de las empresas apuesta por retomar la actividad y la otra, por clausurar las instalaciones. De momento, insistió Pilar del Olmo, el proceso se encuentra en el punto de recogida de enmiendas de las once entidades personadas en el procedimiento administrativo.
Del Olmo, que explicó que la Junta envió sus aportaciones hace unos días sin esperar a agotar el plazo, explica que no existe en este momento un plan alternativo en materia económica a la explotación de la planta nuclear y que abarque a su área de influencia. La consejera apuntó que además es la única industria en el área geográfica en la que se ubica, en el norte de la provincia de Burgos. «Lleva muchos años conviviendo con nosotros», apostilló.
Menor precio
Por otra parte, la Junta insiste en su escrito en la importancia de la energía nuclear para la economía nacional, puesto que según Pilar del Olmo se ofrece a un «menor precio» en el mercado eléctrico que la producida por ciclos combinados de gas natural.
También plantea que Castilla y León cuenta con minerales autóctonos que proporcionan combustible a las centrales, como el uranio existente en la provincia de Salamanca. Además, el escrito hace una mención a la existencia de carbón en «abundancia» en la Comunidad, que aseguró Del Olmo puede explotarse de forma competitiva si se realizan las inversiones necesarias en las centrales térmicas.
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