La Unión Demócrata Internacional rechaza el secesionismo en Salamanca

La cumbre de líderes de la Unión Demócrata Internacional (IDU), de la que forma parte el PP, celebrada en Salamanca, dejaba claro el rechazo de todos ellos a los nacionalismos, en general, y a cualquier secesionismo que actúe como un populismo que amenace el progreso, en particular. «Desconfiemos de aquellos partidos y dirigentes políticos que, desde el agravio, solo buscan dividir y confrontar, crear el caos, desempleo y pobreza», decía el presidente del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, mientras se refería al problema de Cataluña como la crisis territorial «más grave y seria» a la que se ha enfrentado España desde el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.

Si bien, el también alcalde de Salamanca ponía en valor la respuesta «con sentido de Estado» que ha llevado el Gobierno del PP aplicando el artículo 155 de la Constitución para desactivar esta amenaza de secesión. «Nuestra Democracia ha demostrado su fortaleza y los poderes del Estado han funcionado correctamente», destacaba Fernández Mañueco. Y de cara al futuro, el dirigente del PP aseguraba que «ahora más que nunca» los partidos tienen que deja de lado sus intereses partidistas y particulares y pensar antes en el interés general de todos los españoles.

Cumplir la Ley

Entre los asistentes a esta cumbre se encontraba el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, quien alertaba también del peligro de los nacionalismos excluyentes, y daba una serie de pautas que, en su opinión, son esenciales para poder contrarrestarlos. Así, Dastis se mostraba partidario de fomentar la inclusión, protegiendo a las minorías; también de reafirmar los valores de la Democracia y del Estado de Derecho, respetando la separación de poderes y defendiendo los derechos de los individuos; así como de aceptar al que piensa distinto; y, sobre todo, de cumplir con las reglas del juego y cumplir la Ley «porque sin un orden jurídico que respeten todos -decía- no habrá libertad».

Respecto a este auge de los nacionalismos en el mundo en su conjunto, el ministro de Exteriores se mostraba optimista y señalaba que lo más importante permanecer y trabajar todos juntos en defensa de los principios y valores tradicionales.

Igualmente, recordaba que en estos momentos el mundo se enfrenta a problemas muy serios como el cambio climático, el terrorismo o la tensión del ciberespacio, e insistía en este sentido en la necesidad de que haya unidad entre los países y organizaciones internacionales como la UE para poder hacerlos frente.