Las pinturas y esculturas de Joan Miró llegan a la Catedral de Burgos en octubre

La Sala Valentín Palencia de la Catedral de Burgos mostrará a partir del 4 de octubre y hasta inicios del mes de enero una muestra del artista catalán Joan Miró bajo el título «Miró, último, 1963-1983. La experiencia de mirar», en la que se podrán contemplar una serie de pinturas y esculturas, antes de viajar a Nueva York. Se trata de una muestra «única» organizada por la Fundación Silos que se nutrirá de una treintena de obras procedentes de los fondos del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

Proyecto cultural

La Obra Social «La Caixa», de la mano del director territorial de la entidad en Castilla y León y Asturias, José Manuel Bilbao; el presidente de la Fundación Caja de Burgos, José María Leal; y el presidente de la Fundación Silos, Antonio Méndez Pozo, firmaron un convenio de colaboración para la realización de la misma. Un acuerdo que se enmarca dentro de la Obra Social conjunta que impulsan ambas entidades para desarrollar proyectos sociales y culturales en la provincia burgalesa con un presupuesto de cerca de 1,7 millones de euros durante este año.

Méndez Pozo agradeció a ambas entidades la confianza depositada, al poderse materializar un gran proyecto que nació en Santo Domingo de Silos, donde se ubica la sede de la Fundación que preside. Asimismo, recordó las conversaciones iniciales que se mantuvieron con el director del Reina Sofía y que ahora desembocan en que la muestra pueda ser expuesta en Burgos, previa salida a América.

En este sentido, garantizó que la exposición del maestro del surrealismo será «un éxito» y que se convertirá en «uno de los grandes acontecimientos culturales de España», a la vez que confió en que «se sienta el arrope de todos los burgaleses». También quiso dejar claro que el Museo Reinma Sofía «no cobra nada» por traer esta muestra a la capital burgalesa y aseguró que «la base fundamental que se exponga aquí será la que viaje a Nueva York».

El responsable territorial de La Caixa indicó que cuando la Fundación Silos le pidió colaboración acaptó por la posibilidad de que Burgos contara con la presencia de una exposición de calado internacional, así como por «poder devolver, en esa doble función económica y social, a la sociedad de Burgos algo con lo que nos identificamos».