Burgos
Veinte años encauzando a los que menos tienen
La Fundación Cauce cumple dos décadas de trabajo enfocado a la inserción laboral, la acción benéfica a través del voluntariado y la cooperación al desarrollo, y ahora quiere impulsar la Responsabilidad Social Empresarial, especialmente entre las pymes
La Fundación Cauce cumple dos décadas de trabajo enfocado a la inserción laboral, la acción benéfica a través del voluntariado y la cooperación al desarrollo, y ahora quiere impulsar la Responsabilidad Social Empresarial, especialmente entre las pymes
El próximo 27 de marzo la Fundación Cauce cumplirá veinte años. Dos décadas de trabajo solidario con los que menos tienen y más dificultades encuentran en su día a día para tener la vida digna que demanda la sociedad actual. Nacida en Valladolid en 1996, la Fundación Cauce extiende su ayuda a León y Burgos en nuestra Comunidad, y a Oviedo, en el Principado de Asturias. Inserción laboral, acción social a través del voluntariado, cooperación al desarrollo y ahora también el impulso de la Responsabilidad Social de las empresas, en especial las pymes, son los ámbitos de actuación de esta oenegé benéfica y asistencial que reparte alimentos, presta apoyo psicológico, jurídico y escolar, que enseña español a los inmigrantes y forma en un oficio y orienta a las personas que solicitan su ayuda para que puedan encontrar un puesto de trabajo con el que reengancharse a la vida.
También promueve la conciliación laboral y familiar, como por ejemplo, en León, gracias al acuerdo que la Fundación Cauce firmó con el Ayuntamiento para poner en marcha un servicio de respiro que ofrece a las familias con personas dependientes a su cargo y sin posibilidad de relevo un apoyo puntual para que puedan realizar cualquier gestión como simplemente acudir a una cita con el médico. Este servicio dispone actualmente de diez familias con un voluntario cada una, pero como explica a LA RAZÓN Paula Granado, responsable de Comunicación, «hacen falta más voluntarios porque hay demanda y la necesidad es cada vez mayor». Es más, hacen un llamamiento a colaborar en gneral por el descenso del número de voluntarios. Actualmente cuentan con 146 para Valladolid, Burgos y León.
En materia de inserción laboral, la Fundación Cauce gestiona una bolsa de empleo en Valladolid a la que acceden cada mes una veintena de personas, mujeres inmigrantes principalmente. Y en Burgos cuentan con una técnico que asesora y acompaña a los usuarios a encontrar trabajo. El pasado año, entre ambas ciudades atendieron a unas 900 personas, de las que 82 de ellas encontraron un empleo, la mayoría en el sector Servicios. Y en los apenas dos meses y medio que llevamos de este año, ya han pasado por la Fundación un centenar de personas pidiendo orientación laboral, consiguiendo siete inserciones, según datos facilitados por la oenegé. También en Valladolid, aparte del reparto mensual de alimentos que realizan y que llega a unas cuarenta familias, acaban de poner en marcha hace apenas quince días la «Despensa Solidaria» para casos de emergencia. En estas dos semanas están ayudando a cuatro familias a las que dan comida no perecedera principalmente y productos de higiene. «Hemos visto casos dramáticos, como el de una mujer de 50 años a la que iban a desahuciar y dejó de comer durante varios días para poder pagar su casa», señala Paula Granado.
En León trabajan con transeúntes y sin techo para ayudarles a recuperar su vida anterior. Desde que pusieron en marcha este hogar en 2010 han pasado por allí 39 personas -15 de ellas el pasado año- que llegan con un grave deterioro físico y psicológico y suelen estar de media 6 meses que es el tiempo que tardan en recibir una ayuda. Allí se les ayuda a llevar a cabo trámites administrativos, como poner al día su documentación, y también les ayudan a elaborar un curriculum para poder encontrar un empleo. La inserción laboral en estos seis años es del 15 por ciento, explican.
Más sensibilización social
La Fundación Cauce no para y en sus veinte años de existencia siempre trabaja en función de las demandas de la sociedad. Ahora quiere implicar a las empresas en este trabajo solidario que realizan y está visitando empresas, especialmente pymes, para dar a conocer las ventajas de colaborar en proyectos de acción social. «Estamos a pie de calle y la sociedad está ahora más preparada que hace veinte años para acoger y prestar ayuda a los demás. Hay más sensibilización social y empresarial», señala Cristina Pardillo, responsable del Proyecto de Cooperación al Desarrollo, quien anima a las empresas a ayudar de forma puntual ya sea con donaciones o patrocinando una carrera solidaria, e incluso ayudando a reinsertar a los usuarios de la Fundación. Al respecto, Paula Granado pone como ejemplo a las bodegas para la contratación en las temporadas de vendimia.
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