Cataluña
Acuerdo inédito por las terrazas
El Ayuntamiento y el Gremio de Restauración firman las bases para la nueva regulación con la bendición de BComú, PP, PDeCAT y PSC. Sólo Ciudadanos y la CUP se quedan al margen
Pese a que Cataluña lleva décadas acostumbrada al multipartidismo, cuesta recordar un momento en el que los bloques de un lado y el otro estuvieran tan marcados. La política catalana supo sobrellevar con cierta naturalidad la existencia de los dos ejes (nacionalista-no nacionalista, izquierda-derecha), pero «el procés» también acabó con ello.
Pese a que Cataluña lleva décadas acostumbrada al multipartidismo, cuesta recordar un momento en el que los bloques de un lado y el otro estuvieran tan marcados. La política catalana supo sobrellevar con cierta naturalidad la existencia de los dos ejes (nacionalista-no nacionalista, izquierda-derecha), pero «el procés» también acabó con ello. De ahí que la foto de ayer en el Ayuntamiento de Barcelona cobre tanta importancia. Por primera vez en mucho tiempo, BComú, PSC, PP y PDeCAT se hicieron ayer una foto conjunta. Sólo C’s y la CUP se quedaron al margen. Y el motivo no fue otro que el principio de acuerdo para una nueva ordenanza de civismo entre el Ayuntamiento y el Gremio de Restauración para hacerla más flexible que al actual de 2014.
La alcaldesa, Ada Colau, aseguró que la mayoría de los grupos municipales se han sumado para llegar al máximo consenso posible para que el acuerdo perdure en el tiempo, puesto que «con la actual ordenanza, se vieron las rigideces des del primer momento y era imposible su aplicación». «Todos somos usuarios en las terrazas. Son un activo y un rasgo de identidad de nuestra ciudad, patrimonio de todos. Dan vida a los barrios», dijo la alcaldesa. «Pero es necesario que sea compatible con los otros usos del espacio público de una ciudad tan vivida y tan intensa como Barcelona», añadió.
Nuevos criterios
El nuevo texto plantea una ordenanza que establece criterios compartidos para toda la ciudad en relación con la ubicación de terrazas, los elementos que contienen y al empleo del espacio público, con ciertas flexibilidades. Por ejemplo, ahora es obligatorio que las terrazas se ubiquen justo en frente del local. El nuevo texto, sin embargo, lo recoge como una preferencia y no una obligación y, por tanto, podrán ubicarse en otros espacios «de forma justificada». También se determina que las terrazas deben ocupar como máximo el 50% del espacio de la acera, pero que ésta podrá variar en un 10% en función de las necesidades de cada zona. También se limita el uso de estufas en invierno y se prevé que los aparatos de calentamiento de combustión desaparecerán el año 2025. Hay puntos de la ordenanza actualmente en vigor que no cambian con la nueva propuesta, como por ejemplo el número de elementos o los horarios.
La teniente de alcaldía, Janet Sanz, explicó que «las terrazas con licencias ya vigentes tendrán un período de dos años para adaptarse a la nueva normativa», período tras el cual se renovaran de oficio.
Todos los grupos municipales se mostraron agradecidos por la colaboración en este «acuerdo de suma», como lo calificó el popular Alberto Fernández, pero «se debe seguir trabajando para mejorarlo» como señaló Jordi Coronas (ERC).
Sin embargo, la portavoz de Ciudadanos, Carina Mejías, se mostró disgustada «por que se hayan tardado tres años en solucionar este problema» y aseguró que «las cosas necesitan unos procedimientos y formas que en este caso no han sido las adecuadas».
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