Barcelona

Barcelona deja sin medalla de oro a la Infanta y se la da a Muriel Casals

El Ayuntamiento acepta la renuncia del «ex president» Jordi Pujol a este reconocimiento

El pleno del Ayuntamiento decidió por unanimidad retirar la máxima distinción de la ciudad a la Infanta Cristina y a Pujol
El pleno del Ayuntamiento decidió por unanimidad retirar la máxima distinción de la ciudad a la Infanta Cristina y a Pujollarazon

El 4 de octubre de 1997, el Pati dels Tarongers del Palau de la Generalitat acogió un almuerzo institucional, distendido y poco protocolario. Se comió arroz con «espardenyes» y crema bullabesa, y se agasajó con regalos a los que en pocas horas se convertirían en uno de los matrimonios más influyentes de España. La Infanta Cristina y el entonces jugador de balonmano Iñaki Urdangarín recibieron con agrado una reproducción del «Libre de les hores» de la reina María de Navarra y un colgante de oro y diamantes diseñado por el joyero Puig Doria de manos del presidente de Cataluña, Jordi Pujol y su mujer Marta Ferrusola. Tras desear mucha felicidad a la pareja, el president subrayó que la boda «se ve con muy buenos ojos en Barcelona» y elogió la buena disposición de la Infanta por integrarse en la ciudad y aprender el idioma catalán. «Y esto se lo agradecemos mucho», añadió Pujol.

Casi veinte años después, poco queda de aquella idílica estampa. Sus cuatro protagonistas están relacionados en mayor o menor medida con grandes tramas de corrupción que han acabado por despojarles de casi todos sus títulos, privilegios y cargos públicos. Desde ayer, ni Pujol ni la Infanta contarán con la medalla de Oro de Barcelona, una medida aprobada ayer de forma unánime por el pleno de Barcelona.

El Ayuntamiento ratificó ayer la retirada de la máxima distinción que concede la ciudad a la hermana del Rey, si bien esto ya se votó en primera instancia en la comisión de Presidencia del pasado enero a petición de ERC. Entonces, esta propuesta contó con el apoyo de BComú, CiU, PSC, ERC y la CUP. PP y C’S se abstuvieron pero ayer cambiaron el sentido de su voto y se pronunciaron a favor de la revocación del título.

Una coyuntura que aprovecharon algunas formaciones para continuar con su desprestigio de la monarquía. El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, llegó a decir que esta institución es «una anomalía en términos democráticos, poco transparentes y que no rinde cuentas. En términos parecidos se mostró el líder republicano Alfred Bosch, al defender que Cristina de Borbón representa unos valores contrarios a este reconocimiento: «No es tuyo, es de Barcelona, devuélvela a la ciudad», espetó a la Infanta. El concejal de la Cup, Josep Garganté, como es habitual, subió el tono del debate al citar la canción antimonárquica que causó tanta polémica en el pleno de enero y que dice aquello de «si el Rey quiere corona, corona le daremos; que venga a Barcelona y el cuello le cortaremos».

Con más beneplácito contó Jordi Pujol. Desde el partido del gobierno municipal le aplaudieron su renuncia instantánea a la medalla cuando reconoció que había mantenido una fortuna oculta en el extranjero y el líder de CiU, Xavier Trias, dijo directamente que «el acto de hoy sobraba», si bien reconoció la conducta poco ejemplar del ex president.

El pleno también ratificó conceder este galardón a la ex presidenta de Òmnium Cultura, Muriel Casals, fallecida el pasado mes de febrero, a propuesta de CiU y ERC por «su defensa de la cultura catalana y los valores republicanos». Todos los grupos votaron a favor, excepto C’s que se abstuvo y el PP que votó en contra.