Barcelona

Barcelona quiere implantar un IBI específico para los pisos turísticos

La puesta en marcha del gravamen, sin embargo, necesitaría del beneplácito de la Generalitat.

El Ayuntamiento quiere que el plan estratégico de turismo esté terminado en marzo.
El Ayuntamiento quiere que el plan estratégico de turismo esté terminado en marzo.larazon

La puesta en marcha del gravamen, sin embargo, necesitaría del beneplácito de la Generalitat.

Ante la imposibilidad de que la Generalitat ceda la totalidad de la tasa turística, el Ayuntamiento busca nuevas fuentes de ingresos. Por ello, Barcelona quiere implementar nuevas medidas fiscales que tendrían como objetivo gravar otro tipo de actividades turísticas. Como por ejemplo un Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) específico para los propietarios de pisos turísticos que no sea residencial sino el de una actividad económica. El concejal de Turismo, Agustí Colom, señaló ayer que es «una idea» ligada al cambio de uso de estas viviendas. Es una medida, por lo tanto, que se estudiará en el marco del Plan estratégico de turismo 2020, que incluye también acciones para «reducir el impacto» del turismo en grandes zonas de afluencia como la Sagrada Familia o la Barceloneta.

«El plan plantea la necesidad de abordar los beneficios del turismo con un mayor retorno a la ciudad de la tasa turística, mayor capacidad del gobierno municipal de decidir su uso y la posibilidad de discutir planificar nuevas fórmulas fiscales que graven la movilidad o el cambio de usos», apuntó Colom. Otras medidas fiscales que Barcelona quiere explorar, como gravar el alquiler de las habitaciones turísticas (bed and brekfast) o las estancias de cruceros inferiores a 12 horas, dependen de la Generalitat, en concreto del reglamento de la ley catalana de Turismo o de la negociación de la recaudación de la gestión de impuesto turístico por parte de los ayuntamientos, que Barcelona reclama al 100 % al amparo de la Carta Municipal.

Precisamente, sobre la llamada tasa turística el teniente de alcalde Jaume Collboni aseguró que en la negociación parlamentaria del presupuesto del 2017 el gobierno catalán ya habría aceptado destinar a los ayuntamientos el 50 por ciento de lo que la Generalitat recauda con este impuesto (ahora Barcelona recibe el 33 por ciento), lo que calificó de «buena noticia». El consistorio plantea también una nueva tasa para los autocares turísticos que aparquen en las Fuentes de Montjuïc, que ya se quiso incluir en las ordenanzas fiscales del 2017 pero no prosperó por falta de acuerdo.

En el marco del Plan estratégico de turismo, el Ayuntamiento ha arrancado ya dos pruebas piloto en la Barceloneta y en la Sagrada Familia para tomar medidas que contribuyan a «reducir el impacto» del turismo. Colom no concretó las acciones, que se quieren discutir con operadores y entidades vecinales de cada zona, pero señaló que pueden ser actuaciones sobre movilidad o el flujo de turistas. La intención es aplicarlas ya este verano.