Barcelona recupera los conciertos en bares y restaurantes

El panorama musical barcelonés es sin lugar a dudas una de las grandes bazas de la ciudad. No hay artista que se precie que no incluya a la capital catalana en sus giras o participe en alguno de sus festivales. Pero, como suele pasar, Barcelona, y sus respectivas administraciones, están más pendientes de la promoción artística de la ciudad que de sus propios artistas. Hay salas de sobra para grandes conciertos, es decir, de más de mil personas, pero languidece en cuanto a salas pequeñas par dar cabida a músicos locales. El Ayuntamiento ha decidido tomar cartas en el asunto y permitir música en vivo en todos los espacios con licencia de bar, restaurante y cafetería que cumplan las normativas de seguridad y aislamiento acústico. Además, abrirá una nueva línea de subvenciones de 400.000 euros para ayudar a los locales a adaptar los espacios para acoger los conciertos. Hasta ahora sólo podían acoger actuaciones en acústico.

Uno de los puntos delicados de la música en vivo es la conciliación entre el ocio y el descanso vecinal. La nueva norma prevé este aspecto y, por ello, los locales que estén situados cerca de viviendas tendrán un máximo de decibelios permitido de 30 dB en el dormitorio entre las 7 y las 23 horas de 25 decibelios durante el resto de la noche, de 23 a 7 horas. Además, los bares, cafeterías y restaurantes situados en zonas en las que hay saturación de espacios de música en vivo -que aún deben determinarse no se podrán hacer conciertos más tarde de las 23 horas.

Desde el gobierno municipal señalan que el marco normativo existente hasta ahora ha sido excesivamente restrictivo y ha limitado mucho los espacios de la ciudad para escuchar música en directo. Por ello, indican que las nuevas licencias se podrán pedir en breve y está previsto que el despliegue del resto de medidas se haga antes del verano. Se trata de un cambio sustancial respecto a la situación anterior, que da un reconocimiento a unos espacios que, hasta ahora, no podían desarrollar esta actividad legalmente.

Por lo que a las subvenciones, 400.000 euros, se darán a los locales para que puedan hacer estudios de impacto acústico, obras de insonorización y también implantación de limitadores de sonido. Pese al giro del gobierno municipal, sin embargo, desde la Plataforma Música Viva no son optimistas. Afirman que las subvenciones son demasiado reducidas si se tiene en cuenta que las obras son muy caras ya que, dicen, sólo un estudio sonométrico tiene un coste de 800 euros.

El Ayuntamiento creará una mesa de mediación que velará por el buen funcionamiento y buenas prácticas de estas nuevas medidas. En la mesa, participarán miembros de los ámbitos de Cultura, Urbanismo y Ecología Urbana, distritos, Guardia Urbana, entidades y asociaciones del sector musical, y representantes de los espacios vecinales de la ciudad, entre otros. Otra de las medidas será la creación de la categoría Espacio de música viva, para mostrar que el locales cumplen la normativa.