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Camacho dice que la grabación de La Camarga fue ilegal y está «manipulada»

Ha remarcado que la grabación se hizo sin su consentimiento, y ha recordado que hubo otros «espiados», como la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega o el expresidente catalán José Montilla.

La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, ha defendido este viernes que la grabación de su almuerzo con la exnovia de Jordi Pujol Ferrusola Victoria Alvarez fue "ilegal", y ha acusado a los partidos de querer desprestigiarla. En su intervención inicial ante la comisión parlamentaria del fraude, la evasión fiscal y la corrupción, ha remarcado que la grabación se hizo sin su consentimiento, y ha recordado que en la trama de presunto espionaje hubo otros "espiados", como la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega; el expresidente catalán José Montilla, y el conseller Felip Puig.

Ha esgrimido que la prueba de que la conversación fue grabada ilegalmente está en que la agencia de detectives Método 3 respondió a su demanda con un "allanamiento civil total"en el que reconocía que la grabación fue ilícita.

Además, Sánchez-Camacho ha explicado que no acudió a denunciar lo que le dijo la expareja de Jordi Pujol Ferrusola, Victoria Álvarez, porque, tras consultarlo con sus abogados, concluyeron que eran "vaguedades"y no disponían de suficientes pruebas "fehacientes".

Ante las preguntas de los grupos parlamentarios sobre por qué no denunció a la fiscalía o policía lo que le dijo Álvarez, ha explicado que, tras pedir permiso a la expareja de Pujol Ferrusola, anotó "con bolígrafo en cuatro folios"todo lo que le dijo.

Pero, tras el almuerzo, consultó con sus abogados si había elementos para denunciar a instancias policiales y judiciales, y los letrados se lo desaconsejaron, porque constataron que lo que tenían eran "vaguedades".

"Me dijeron que no podía presentarme a una comisaria sin datos fehacientes y que debería ser la persona -Álvarez- la que lo debía denunciar, como así se lo pedí", ha afirmado.

Sánchez-Camacho ha explicado que Álvarez estaba "totalmente atemorizada por presuntos malos tratos"y porque si hacía cualquier cosa la agredirían", así que ha considerado que no era ella la que debía denunciar porque luego "podía echarse atrás y decir que no me lo había dicho".

Al verla tan "atemorizada", le planteó en dicho almuerzo la posibilidad de buscar un juez o un fiscal para tranquilizarla, según ha relatado la líder del PPC.

Sánchez-Camacho ha aseverado que cuando mantuvo una primera reunión en la sede del PPC con Álvarez previa al almuerzo de La Camarga -las puso en contacto el jefe de gabinete de Mariano Rajoy, Jorge Moragas-, ella no sabía que era la expareja de Jordi Pujol Ferrusola y fue en ese encuentro cuando tuvo conocimiento.

La presidenta del PPC ha aseverado que no tiene cuentas fuera de Cataluña y que es "una patriota española y catalana"porque paga los impuestos en Cataluña, "no como otros que quieren una Cataluña independiente, mientras están empadronados en Madrid para evitar pagar el tramo autonómico catalán del IRPF".

Preguntada por si ha existido un pacto de silencio entre PP y CiU para tapar casos de corrupción, la líder del PPC ha dicho que "no ha habido ningún pacto de ningún tipo"y ha dicho estar "avergonzada"de los casos que han afectado a su formación.

La comparecencia de Sánchez-Camacho ha sido presidida por el vicepresidente segundo de la Mesa del Parlament, Lluís Corominas, puesto que se ha ausentado hoy para toda la jornada por "motivos personales"el presidente de la comisión de investigación, David Fernández (CUP).