Cataluña sufre cada hora una muerte por fumar

Salud Pública alertó ayer de que cada día se producen 24 muertes en Cataluña relacionadas con el tabaco –por enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cáncer–, que provocaron 9.588 defunciones en 2013, si bien empieza a descender la incidencia, ya que en 2012 hubieron 9.851. El secretario de la Agencia de Salud Pública de Cataluña (Aspc), Joan Guix, y la subdirectora general de Promoción de la Salud, Carmen Cabezas, hicieron balance de la Ley de tabaco de Cataluña de 2005 con motivo de su décimo aniversario y de la XVII Semana sin humo. Según Guix, cada hora se produce una muerte relacionada con el tabaco, que causa una de cada seis defunciones en Cataluña, un «hecho cotidiano» al que no se da suficiente importancia, y agregó que seis millones de personas mueren cada año en el mundo, de las que 600.000 no han fumado nunca.

Desde que se aprobó la ley, el número de fumadores ha descendido cuatro puntos al pasar del 29,4 por ciento en 2006 al 25,7 por ciento en 2015, hecho que supone que un total de 270.000 personas han dejado de fumar en este periodo debido a la aplicación de la norma y a otras medidas.

Según dijo Cabezas, la medida que más se notó fue la prohibición en 2010 del tabaco en todos los espacios públicos, que «forzó» a un cambio de tendencia, si bien añadió que es necesario implementar nuevas medidas como el envasado neutro, que puede reducir un 3,6 por ciento el consumo.

Añadió que el consumo del tabaco, que afecta sobre todo a hombres jóvenes de entre 25 y 34 años, tiene un «ingrediente social clarísimo» porque los hombres de clase social baja son los que fuman más, lo que no sucede con las mujeres, ya que las más fumadoras son las de clase media.

Salud Pública también detectó un cambio de tendencia en relación al patrón de consumo al aumentar las personas que optan por tabaco hecho a mano; esta opción pasó de representar un 3,3 por ciento en 2006 al 26,7 por ciento en 2015, mientras que el tabaco estándar pasó del 92 al 74 por ciento en el mismo periodo.

«Uno de cada cuatro fumadores opta por el cigarro hecho a mano», expresó Cabezas, quien alertó de que el tabaco de liar es igual o más perjudicial porque muchas veces se hacen más inhalaciones, de manera que se consume más nicotina.

El aumento se produce por «falsas creencias», como que tiene menos aditivos y se consume menos cantidad, además de que el precios puede ser más bajo. Respecto a las ventas de tabaco, han caído un 50 por ciento en diez años: de 888 a 430 millones de paquetes, un descenso vinculado al descenso de consumidores y a la media de las compras.