Cataluña
Del «pressing CUP» al «pressing JxSí»
La formación antisitema lanza el «Observatorio del Procés», un mecanismo para auditar el cumplimiento de los planes independentistas. Lamentan que el Parlament atienda al TC.
La formación antisitema lanza el «Observatorio del Procés», un mecanismo para auditar el cumplimiento de los planes independentistas. Lamentan que el Parlament atienda al TC.
Junts pel Sí y la CUP no son dos socios convencionales. Aunque acumulan un historial de heridas que habría provocado el fin de cualquier alianza política, su sociedad continúa operativa porque comparten, nada más y menos, que el objetivo de la independencia de Cataluña. Por el camino se han quedado la cabeza de Artur Mas, los presupuestos de 2016 y un sinfín de declaraciones cruzadas repletas de censura y desconfianza. Pese a todo, los socios mantienen en vigor su proyecto aunque las miradas de reojo se intensifican.
El mismo día en que diputados de Junts pel Sí y la CUP quisieron escenificar con una foto de familia a las puertas del Parlament su propósito de culminar la hoja de ruta soberanista sorteando todos los escollos judiciales que hallen, la formación antisistema lanzó el denominado «Observatorio del Procés». Se trata de un espacio en la web donde denunciarán todos los incumplimientos respecto a los planes aprobados por el bloque soberanista, tales como los derivados de la declaración rupturista aprobada al principio de la legislatura.
«La Declaración del 9-N lo deja claro: el Parlament no se supeditará a las decisiones de las instituciones del Estado español, en particular del Tribunal Constitucional. La desobediencia no se ha dado, y en los últimos 11 meses se ha dado respuesta desde el Parlamento a hasta una quincena de requerimientos del TC», reprochó la CUP desde su Observatorio. También denunció «la lentitud» con que avanza la denominada ley de régimen jurídico –uno de los tres pilares de la desconexión– que los antisistema consideran «la principal ley de ruptura».
Foto de familia
La duda, por tanto, es si la foto de familia de ayer a las puertas del Parlament es un brindis al sol. La portavoz de Junts pel Sí, Marta Rovira, y la presidenta del grupo de la CUP, Mireia Boya, flanqueadas por una nutrida representación de sus grupos parlamentarios aseguraron que mantendrán su acción política a pesar de las «persecución» que, a su juicio, están sufriendo desde el estamento político y judicial.
Ambas prometieron seguir adelante con el proceso soberanista pese a las resoluciones judiciales, aunque con diferencias a la hora de verbalizar la desobediencia. Boya subrayó que «ningún tribunal o fiscalía podrá parar la hoja de ruta soberanista» y sostuvo que «la desobediencia es el único camino real» para lograr la independencia.
«Tras cada imputación somos más fuertes. Tras cada suspensión
estamos más decididos a ejercer nuestro legítimo derecho a la autodeterminación. No tenemos miedo a querer ser libres, a la independencia. No tenemos miedo a luchar por las libertades del pueblo de Catalunya. En definitiva no os tenemos miedo», añadió, Boya, desafiante.
Rovira, en cambio, evitó la palabra desobediencia –«cada uno pone el nombre que quiere»–, pero dejó claro que los diputados de JxSí «seguirán haciendo el trabajo» porque se deben «al mandato democrático» de llevar a Cataluña a la independencia.
El acto no contó con la presencia de ningún representante de Catalunya Sí que es Pot, pese a los esfuerzos que los independentistas están realizando para atraer a la izquierda alternativa a su terreno.
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