Educación
El fracaso escolar se ensaña con los barrios más pobres de Barcelona
Un informe encargado por el Ayuntamiento analiza la situación educativa de los jóvenes en función de su barrio y alerta de los peligros de la segregación.
Un informe encargado por el Ayuntamiento analiza la situación educativa de los jóvenes en función de su barrio y alerta de los peligros de la segregación.
El Ayuntamiento presentó ayer un informe que, bajo el título «Oportunidades educativas en Barcelona 2016: la educación de la infancia y la adolescencia en la ciudad», desgrana la situación educativa de los jóvenes barceloneses en función de su barrio de residencia. El informe revela que, pese a la relativa mejora en los resultados académicos, la segregación en determinados centros educativos, tanto públicos como privados, se mantiene.
El informe, el primero que recoge las estadísticas y radiografía los servicios educativos de la ciudad, aportando datos por distritos, lo ha elaborado el Instituto Infancia y Adolescencia de Barcelona, muestra cómo el alumnado socialmente desfavorecido no se distribuye de manera equilibrada en el conjunto de la red escolar barcelonesa, ni siquiera en la de los distritos, sino que se concentra en unas escuelas e institutos determinados. Así, el estudio explica datos como como que el 35,5% de los alumnos de Ciutat Vella no superan las pruebas de nivel de 4º de ESO, mientras que en les Corts esta cifra es sólo del 4,5%. La diferencia se reduce un poco en las pruebas de 6º, de manera que el alumnado que no las supera en Ciutat Vella es el 22% por el 5,4% de las Corts. No obstante, la media de la ciudad se sitúa por encima de la de Cataluña. También hay una gran diferencia con respecto a los alumnos con mayores dificultades, que se concentran en centros públicos de Ciutat Vella. El distrito reúne el 82% de los centros de primaria y secundaria cualificados de máxima complejidad, mientras que en Sarrià - Sant Gervasi, las Corts, el Eixample y Gràcia no hay ninguno.
Públicos y privados
El informe identifica más diferencias notables en cuanto al reparto de los niños entre centros públicos y privados. Por ejemplo, en San Martí el 60% de los alumnos en la pública, mientras que en Sarrià-Sant Gervasi el porcentaje baja hasta el 13,5%. Sin embargo, los datos de matrícula en P3 muestran una tendencia al equilibrio, ya que en las solicitudes para el próximo curso prácticamente se igualaron (6.301 a las concertadas y 6.201 a las públicas). Las ayudas de comedor son otro de los elementos en que el estudio se fija para constatar las desigualdades y recoge como Nou Barris el 26,6% de los alumnos reciben la ayuda, por un mínimo 2,9% que lo hace en Sarrià - Sant Gervasi.
La teniente de alcaldía de Derechos Sociales, Laia Ortiz, señaló que los centros de más complejidad se concentren en los barrios donde hay más complejidad es lógico, pero ante «la segregación, que toda la complejidad se concentre en un centro», deben tomarse medidas y aportar recursos. Para combatir la segregación, Laia Ortiz, se manifestó partidaria de reducir las dimensiones de las zonas educativas y desincentivar la selección de centros educativos, tanto públicos como privados. El informe apuesta por implementar una estrategia con actuaciones orientadas a evitar la concentración de un determinado perfil de alumnado en centros concretos, y por otra, combatir la cronificación y estigmatización de algunos centros. También demanda un incremento de la inversión en los centros con más complejidad para poder reducir ratios, reforzar el equipo docente o incrementar el apoyo escolar a los alumnos.
Para Laia Ortiz, «el informe muestra una evolución positiva de los datos globales de la ciudad, y también evidencia que hay unos determinantes sociales de cada niño que acaban condicionando el éxito educativo de la ciudad». Por su parte, la directora del Instituto Infancia y Adolescencia, que ha elaborado el estudio, Maria Truñó, ha puesto énfasis en que «en Barcelona los niños crecen en entornos muy diferentes, y la educación debería ayudar a corregir estas desigualdades» para lo que hay que «incrementar las oportunidades educativas priorizando la inversión en los entornos con más necesidades». El informe confirma que Barcelona mejora los resultados educativos en la última década, y que resultados educativos globales de la ciudad son buenos tanto en cuanto a pruebas de evaluación en Primaria y Secundaria, porcentaje de abandono escolar o titulaciones postobligatorias.
Ortiz añadió que del informe «se derivan dos conclusiones: que las políticas que hagan avanzar en la equidad desde las diferentes vertientes tendrán un efecto directo sobre la educación, y que la educación tiene también un papel de revertir la iniquidad».
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